
Miles de migrantes venezolanos en Valledupar quedan sin atención en salud tras la suspensión de ayudas de USAID
Miles de migrantes venezolanos en Valledupar enfrentan una crisis tras la decisión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de congelar las ayudas internacionales de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID). La medida afecta directamente a esta población, que depende de estos recursos para acceder a servicios de salud y asistencia humanitaria.
Lea también: Comunidades de La Mojana en Bolívar piden soluciones urgentes a la crisis por desbordamiento del río Cauca
Uno de los programas más golpeados es el que se desarrolla en el Centro de Salud La Victoria, el cual fue reabierto en 2020 tras permanecer ocho años cerrado. Su adecuación se logró mediante un contrato entre el Hospital Eduardo Arredondo Daza (HEAD) y la Fundación Americares, con una inversión de 90 millones de pesos, financiada en gran parte por USAID.
Desde entonces, este centro ha brindado atención gratuita en medicina general, psicología y entrega de medicamentos a la población migrante. Sin embargo, con la suspensión de los fondos, la continuidad de estos servicios está en riesgo.
A esta crisis se suma el impacto en otras organizaciones que operaban en Valledupar con fondos de USAID, como la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
En Valledupar, donde residen más de 39.000 migrantes venezolanos, organizaciones como la asociación ‘Red Panas’ advierten sobre el impacto que tendrá la suspensión de estos programas en su bienestar y acceso a servicios básicos.
"Hasta ahora, existía un convenio con el Hospital Eduardo Arredondo Daza y el Hospital Rosario Pumarejo para atender a esta población, pero sin los recursos de USAID, este servicio quedaría suspendido. Esta población va a quedar desamparada porque los apoyos en salud eran gestionados por la OIM y financiados a través de contratos con estos hospitales. Sin estos recursos, no hay forma de continuar con la atención", sostuvo Aide Lascarro Ibañez, líder de Red Panas.
Además del acceso a la salud, los migrantes perderán otros beneficios esenciales como asistencia alimentaria, transporte humanitario y capacitaciones. Programas de movilidad que facilitaban el traslado de personas con discapacidad o adultos mayores a centros de salud también fueron suspendidos.
"Los migrantes estaban confiados, pues han sido muchas las atenciones recibidas por la USAID y la OIM. También teníamos el apoyo del Programa Mundial de Alimentos y de Mercy Corps con capacitaciones, talleres y transporte humanitario para pacientes enfermos", explicó Ibáñez.
Otra de las afectaciones es la suspensión del trámite del Permiso de Protección Temporal (PPT), desde hace varios meses, por parte de Migración Colombia, lo que deja en una situación de vulnerabilidad a niños, niñas y adolescentes que no pueden acceder a la educación sin esta documentación.
Le puede interesar: Cárcel para hombre que habría golpeado a su madre e intentó incendiar su vivienda en Cartagena
"Esto también nos afecta en la parte migratoria. Las organizaciones internacionales financiaban procesos de regularización, y sin el PPT, los migrantes pierden derechos esenciales como la educación y el acceso a empleo formal", aseguró.