Cuando alumbraban los primeros rayos del sol en la mañana del domingo se volvieron a escuchar las detonaciones de un arma de fuego en por lo menos cuatro oportunidades en la ciudad de Cartagena.
Poco después de los disparos un hombre que se transportaba en su moto cayó al pavimento rodando por varios metros hasta quedar cerca del andén de la antigua vía Ternera, frente a la Urbanización Barú, su cuerpo quedó tendido boca abajo y una corriente de sangre brotaba en señal del daño causado por los proyectiles.
Un comerciante de la zona indicó que el parrillero de una motocicleta fue quien le disparó en la marcha a Javier Andrés Marín Mendoza, como fue identificada la víctima, emprendiendo la huida rápidamente del lugar.
Compañeros del fallecido que a esa hora pasaban por el sitio, fueron quienes inicialmente lo identificaron quien vestía el uniforme de la empresa de vigilancia, posteriormente la familia que llegó al sitio, corroboró la información a las autoridades sobre la identidad.
De Marín Mendoza se logró conocer que perteneció a la Policía Nacional, hace dos años aproximadamente, salió de la institución y en la actualidad trabajaba de vigilante en un colegio de Turbaco, lugar al que se dirigía cuando fue asesinado, quien vivía en el barrio Ciudadela 2000.
Al lugar de los hechos llegó la Policía Metropolitana de Cartagena para atender la novedad e iniciar con la investigación que permita esclarecer este nuevo homicidio bajo la modalidad de sicariato. El cuerpo del vigilante luego de la inspección técnica al cadáver, fue llevado a la morgue de Medicina Legal del barrio Zaragocilla para que los dolientes lo reclamen.