Dimar investiga presunta negligencia de empresa de alquiler de jet ski tras naufragio de niña y su tío en El Rodadero

La Dirección General Marítima (Dimar) anunció la apertura de una investigación para esclarecer los hechos y determinar responsabilidades en el naufragio ocurrido en sectores de El Rodadero, donde una niña de 9 años, Mía Londoño, y su tío, Carlos Augusto Rojas Franco, de 44 desaparecieron tras alquilar una moto acuática.

El incidente, reportado el lunes 17 de febrero, fue notificado por un empleado de una empresa de servicios náuticos de la región, quien alertó sobre la desaparición de los dos ocupantes del Jet Ski. De inmediato, la torre de control de tráfico marítimo de la Autoridad Marítima Colombiana activó un operativo de búsqueda en coordinación con la Estación de Guardacostas de la Armada de Colombia.

"Una vez conocido el reporte desplegamos inmediatamente todos los medios que dispone la Armada Nacional; así mismo la Dirección General Marítima a través de la ARC Isla del Morro con dos Unidades de Reacción Rápida, que realizaron patrullajes durante toda la noche y, al día siguiente, con apoyo de una aeronave de la Armada Nacional y los pescadores de la zona pudieron ser localizados y rescatados”, mencionó el capitán César Grisales, de la Capitanía de Puerto de Santa Marta.

Tras la frenética operación de búsqueda, que se prolongó por casi 15 horas, la niña y su tío fueron encontrados con vida en flotando en el mar frente a las costas del municipio de Puebloviejo. 

Una vez rescatados, los náufragos fueron trasladados hasta la zona de Playa Calderón, donde se produjo el emotivo encuentro con sus familiares y las autoridades de Santa Marta, culminando así la angustiosa espera.

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El capitán Grisales indicó además que tío y sobrina fueron evaluados en un centro médico y se determinó que no presentaban mayores afectaciones de salud.

Dimar afirmó que la investigación buscará establecer si hubo negligencia por parte de la empresa que prestó el servicio, así como determinar si se cumplieron los protocolos de seguridad exigidos para la operación de este tipo de vehículos acuáticos.

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Este incidente reaviva el debate sobre la regulación y control de las actividades recreativas en el mar, una tarea que además de la participación de las autoridades requiere que los prestadores de servicios de transporte de pasajeros en lanchas y de servicio de alquiler de vehículos acuáticos y los usuarios también cumplan con las disposiciones que buscan proteger la vida en el mar.