Las autoridades de Tamalameque, Cesar, iniciaron la entrega de ayudas a las familias afectadas por el vendaval que recientemente azotó la región, afectando 19 barrios y dejando 350 viviendas destechadas, entre otros daños materiales.
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La primera se realizó en el corregimiento de Puerto Bocas, una de las zonas más perjudicadas. A lo largo de esta semana, se distribuirán más ayudas en la cabecera municipal y en otros sectores que aún las necesitan.
El alcalde de Tamalameque, Leonardo Vega, confirmó que se entregaron alimentos, láminas de zinc y otras ayudas humanitarias esenciales para permitir que las familias puedan superar la emergencia.
"Se entregaron unas primeras ayudas con el Gobierno departamental, pero seguimos gestionando otras con el Gobierno nacional porque hay muchas casas dañadas que necesitan materiales. Por fortuna, no hay personas en el albergue habilitado y hasta el momento la situación está controlada, esperando que no se repitan las fuertes lluvias acompañadas de vientos huracanados," sostuvo.
El municipio se encuentra en calamidad pública desde hace varios meses debido a otra amenaza: el río Magdalena, cuyo caudal amenaza con derribar la muralla de contención, poniendo en riesgo a alrededor de 350 familias residentes en la zona.
"Esto fue una cosa inaudita, una catástrofe que yo, en 66 años de estar aquí en este corregimiento, no había visto," comentó un ciudadano afectado.
La gobernadora del Cesar, Elvia Milena Sanjuán, aseguró que esta primera fase de ayudas humanitarias corresponde a “un plan especial que fue activado para la atención de Tamalameque”.
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De acuerdo con el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) a partir del mes de agosto inicia el periodo de exceso de lluvia, sobre todo en la región Caribe.