Falleció trabajador de la Universidad Autónoma del Caribe que habría sido suspendido por rectoría
En las últimas horas se presentó del deceso de otro trabajador de la Universidad Autónoma del Caribe, UAC, cuyo contrato estaba dentro de los más de 250 que han sido suspendidos desde el año anterior.
Se trata de Alexander Osorio Suárez, de 32 años, quien habría ingerido gran cantidad de pastillas la semana pasada y anoche falleció en una clínica de la Barranquilla.
El hombre trabajaba desde el año 2014 en la universidad como Auxiliar TIC en el departamento de Tecnologías de la información y además, desde hace 10 años estaba diagnosticado con trastorno de ansiedad y depresión, por lo cual estaba en tratamiento psiquiátrico.
Desde el Sindicato de trabajadores de la institución educativa, a través de un escrito señaló lo siguiente:
"Con profunda tristeza les informo del suicidio del compañero Alexander Osorio quien se desempeñaba como auxiliar TIC, el estaba afiliado a nuestra organización hermana Sintraunicaribe, sufría de depresiones y la universidad conocía su diagnóstico médico. Desde hace meses se venía solicitando su reintegro urgente en atención a su situación de salud mental. La administración ignoró todo y como siempre se dedicó a dilatar conversaciones y con suma indolencia y ninguna empatía quiso atender la situación de Alexander. Hoy conocemos la noticia de su fatal desenlace".
De acuerdo con la historia clínica de las dos consultas hechas por Alexander Osorio en el Bienestar Institucional de la UAC, el 7 y 10 de julio del 2020, la médica Beatriz Navarro dejó constancia de la situación que estaba atravesando el hombre.
"...Paciente tiene antecedentes de trastorno de ansiedad y depresión desde hace 10 años en tratamiento con psiquiatría y psicología hace 10 años. Hace más o menos una semana empezó a tomar de nuevo medicamento ordenado por psiquiatra. Anoche no pudo dormir está muy deprimido y preocupado porque tiene miedo de tener Covid-19", señala la consulta del 7 de julio.
Hay que recordar que el pasado 14 de abril, el docente Juan Carlos Antequera, quien también estaba suspendido, murió producto de un infarto fulminante. Sus compañeros del sindicato señalaron que el profesor venía sufriendo de depresión, producto de la situación económica que los estaba agobiando.