Tener una cuerda de gallos finos de pelea y entrenarlos para tratar de subsistir de las pocas ganancias que arroja esta labor, dejó de ser exclusivo de hombres hasta que Amalia Pérez Espitia, ama de casa, decidió dedicarse a este oficio en el corregimiento de Sabananueva, municipio de San Pelayo (Córdoba).
En la cuerda de gallos de su propiedad de nombre ‘La Varita’ a orillas del río Sinú entrena 65 gallos diariamente de varios dueños con el apoyo de su hija, los cuales permanecen seguros en guacales.
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“Esa idea surgió hace dos años mi papá desde que yo era niña tenía una gallera aquí en el patio de mi casa y unos tíos, eso viene de descendencia familiar el amor y la pasión por las riñas de gallos y desde entonces cuido mis propios gallos” explicó.
Además expresó : “este es un oficio de mucha entrega, yo me levanto temprano a las 5 y 30 a.m. y de inmediato comienzo a asear los guacales donde duermen los gallos, luego los ejercicios y también las vitaminas” agregó Amalia Pérez.
Relata que la buena alimentación y medicina oportuna son claves para el rendimiento físico y la efectividad de los gallos para poder competir y ganar en cada una de las concentraciones gallísticas que programan en veredas y corregimientos .
Le puede servir :
Los gallos diariamente en el desayuno los alimentan con maíz molido, avena en hojuelas, plátano verde y maduro, espinacas, zanahoria y guayaba dulce. También les suministran medicamentos a algunos que lo requieran con recursos financiados por los propietarios.
Amalia Pérez, no tiene sueldo fijo, depende de una tarde o noche con buena suerte y de la efectividad de los gallos durante las riñas. “Si los gallos no ganan no gano, por ejemplo, en una riña por 500 mil pesos yo me gano el 20% y de ese porcentaje hay que darle 20 mil o 15 mil pesos al juez de la pelea” expresó.
Finalmente dijo que se considera defensora de los animales al referirse a los 15 perros y 9 gatos que adoptó a quienes también cuida, alimenta y les brinda cariño.