Graduados de las comunidades indígenas.
4 Dic 2024
11:49 AM
Graduación de primeros licenciados en Etnoeducación simboliza la fusión entre lo ancestral y lo académico en la Sierra Nevada
La ceremonia de grado se convirtió en una experiencia que abre el camino para el fortalecimiento de la identidad cultural de estos pueblos.
En el corazón de la Sierra Nevada de Santa Marta, la Universidad del Magdalena celebró un hito en la educación intercultural al otorgar títulos de Licenciatura en Etnoeducación a nueve indígenas de tres comunidades ancestrales.
La ceremonia, realizada en Kankawarwa, un territorio sagrado de los pueblos indígenas, marcó un momento histórico al combinar las tradiciones ancestrales con los rituales académicos. Cinco arhuacos, tres koguis y una wayuú integraron esta primera cohorte del programa, diseñado para promover la interculturalidad y el diálogo de saberes en la educación superior.
El evento comenzó con un ritual de aseguranza, una ceremonia espiritual en la que los indígenas dieron la bienvenida a las directivas académicas de la Universidad del Magdalena, encabezadas por su rector, Pablo Vera Salazar, junto a autoridades de las comunidades indígenas, destacó la importancia de esta graduación como símbolo de inclusión y respeto por las raíces culturales.
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"Esto no es solo un título; es el fruto del esfuerzo por integrar los saberes tradicionales con la academia, construyendo puentes hacia un futuro de respeto mutuo y aprendizaje compartido", afirmó Vera Salazar.
Los graduados portaron sus trajes tradicionales junto con la estola universitaria, en un gesto que reflejó la fusión de dos mundos.
Un compromiso con la educación inclusiva
La Licenciatura en Etnoeducación, lanzada en 2021, busca capacitar a líderes educativos que puedan fortalecer la identidad cultural de sus comunidades y, al mismo tiempo, generar conocimiento que enriquezca el panorama educativo nacional.
Dagoberto Izquierdo Márquez, uno de los graduados arhuacos, expresó su entusiasmo por seguir formándose en maestrías y doctorados: "La educación no debe ser una barrera, sino un puente hacia el futuro de nuestra gente".
Por su parte, Luz Yelis Murillo Ramírez, representante de la comunidad wayuú, agradeció la oportunidad de estudiar sin abandonar su cultura: "Es una bendición ser parte de este programa que integra la interculturalidad como un eje fundamental", dijo la licenciada.
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Esta graduación no solo representa un logro académico, sino también el cumplimiento de una promesa hecha por la Universidad del Magdalena de llevar la educación superior a los territorios más alejados y promover una formación respetuosa de las diversidades culturales.
Con este logro, los nuevos licenciados se preparan para seguir impactando positivamente en sus comunidades, llevando consigo un mensaje poderoso: la educación inclusiva y culturalmente relevante es una herramienta para la integración y el fortalecimiento del territorio.
