El devastador terremoto y tsunami de 1906 que sacudió Colombia: conozca la historia
El 31 de enero de 1906, un terremoto de magnitud 8,8 sacudió la costa del Pacífico de Colombia y Ecuador, provocando un tsunami que devastó comunidades enteras. Este desastre natural, uno de los más destructivos en la historia de la región, dejó un saldo de al menos 1.500 muertos y cientos de heridos, además de una destrucción generalizada en las zonas costeras.
El epicentro del sismo se localizó frente a la costa de Esmeraldas, Ecuador, en la zona de subducción entre la Placa de Nazca y la Placa Sudamericana. Se estima que la ruptura sísmica abarcó entre 500 y 600 kilómetros, liberando una energía masiva que generó violentas sacudidas en ciudades como Tumaco, Buenaventura y otras localidades del litoral colombiano.
Minutos después del terremoto, un tsunami con olas de hasta cinco metros de altura impactó la costa del Pacífico, arrasando viviendas, embarcaciones y terrenos agrícolas. En Colombia, los mayores daños se reportaron entre los ríos Verde y Micay, donde comunidades enteras fueron arrastradas por la fuerza del agua.
Testimonios de la época relatan cómo la tierra tembló con una intensidad aterradora, derribando edificaciones y generando un fuerte estruendo subterráneo. La falta de tecnología de alerta temprana y la vulnerabilidad de las construcciones contribuyeron al elevado número de víctimas y damnificados.
El sismo y tsunami de 1906 tuvieron repercusiones en otros países del Pacífico, con informes de perturbaciones marinas en lugares tan lejanos como Hawai y Japón. Investigaciones modernas han determinado que este evento forma parte de una serie de terremotos de gran magnitud en la región, con replicas sísmicas importantes en 1942, 1958 y 1979.
La tragedia de 1906 sirvió como un recordatorio de la necesidad de preparación ante desastres naturales en la región del Pacífico colombiano. A pesar del tiempo transcurrido, la amenaza de terremotos y tsunamis sigue latente, lo que subraya la importancia de fortalecer los sistemas de alerta y las infraestructuras resilientes para mitigar futuros desastres.