Personera visitó cárcel de mujeres tras denuncias por irregularidades en contrato de arrendamiento

Luego de las denuncias de presuntas irregularidades en la Cárcel Distrital de Mujeres, la Personera de Cartagena Carmen de Caro, seguirá el proceso a la queja disciplinaria que varios concejales de Cartagena interpusieron contra el secretario del Interior David Munera.

Los concejales de Cartagena Javier Julio Bejarano (Coalición Alternativa), Sergio Mendoza Castro y Luder Ariza Sanmartín (Alianza Verde), Carolina Lozano (ASI) y Katya Mendoza Saleme (Partido Liberal), radicaron ante la Procuraduría General de la Nación una queja formal en contra del secretario del interior de Cartagena, David Munera Cavadía, por presuntas irregularidades en el contrato de arrendamiento del centro de reclusión de mujeres que se ubica en el municipio vecino de Turbaco.

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Según lo indicado por los cabildantes,  no existe entre el Distrito de Cartagena y el municipio de Turbaco algún tipo de convenio interadministrativo que permitiera el traslado y funcionamiento de la Cárcel Distrital de Mujeres en predios de la jurisdicción de este último, hecho que implicaría un posible vicio de procedimiento y desconocimiento sistemático al principio de legalidad.

La denuncia se ampara de igual manera, en que la Secretaría de Planeación del municipio de Turbaco otorgó licencia de construcción bajo la modalidad de obra nueva, para la construcción de locales y oficinas de uso comercial, no para un centro de reclusión penitenciario.

Para verificar lo expresado en el documento por los concejales, la personera, acompañó la visita realizada a las instalaciones de la Cárcel Distrital de mujeres en compañía de los concejales Carlos Barrios, Gloria Estrada, Liliana Suárez, David Munera Secretario del Interior y Didier Torres de Apoyo Logístico, verificando las denuncias presentadas por la concejal Katia Mendoza.

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En la visita, se evidenció la falta de espacios adecuados para los lavaderos, falta de una cocina, además el edificio continúa con puertas de estera que no permiten la entrada de aire y de luz en el sitio que es usado como comedor, la humedad predomina en todo el primer piso del edificio y la atención médica y odontológica, requieren una división que garantice la privacidad de las reclusas que requieren de estos servicios.

Así mismo, "se evidenció que en tiempos de lluvia las ventanas presentan filtraciones por la falta de señalamiento e impermeabilización, según los funcionarios que nos acompañaron el contrato de mantenimiento que se pagó por el distrito por $900.000.000 de pesos fue recibido a satisfacción por la administración anterior sin tener en cuenta que los trabajos no fueron terminados".