"Me sentí sucia": testimonios desgarradores de mujeres que sufren acoso callejero en Cartagena

En el marco de las marchas del #25N en Cartagena, múltiples mujeres expusieron sus experiencias tras ser víctimas de acoso callejero. Escucha los relatos en el vídeo👇🏽#NoticiasCartagena pic.twitter.com/vwtogvICyN

— RCN Radio Cartagena (@RCNcartagena) November 26, 2024

“Me siento sucia”, confesó Johana, de 24 años, al recordar su primera experiencia de acoso callejero. Sus palabras, cargadas de dolor y rabia, reflejan el impacto emocional que este tipo de violencia ejerce sobre las mujeres cartageneras. Los testimonios de María, Juana, Francisca y Camila, recogidos durante la marcha del 25 de noviembre, confirman que el acoso callejero es una realidad persistente en la ciudad, que atenta contra la dignidad y la integridad de las mujeres. 

A la pregunta “¿has sido víctima de acoso callejero?”, esto fue lo que respondieron (los nombres de estas mujeres han sido modificados para proteger su identidad):  

“Me han hecho propuestas indecentes, malinterpretando mi forma de trabajar, porque yo soy masajista. Entonces, ellos confunden una cosa con otra. Y hemos tenido problemas con eso, porque nosotras nos revelamos, porque nosotras somos masajistas, no somos trabajadoras sexuales”, María, 59 años. 

“Yo he sido víctima de todo, porque uno no puede vestirse con un mochito cortico, porque dicen que uno es puta. O violan a uno porque ‘nos merecemos’, porque ‘andamos mal vestidas’, andamos afuera, porque ‘el cuerpo de nosotros es su territorio’, nosotras podemos andar como nosotras queramos”, Juana, 62 años. 

“Sí, sí, he sido víctima, la verdad es que sí. Ahorita mismo estoy siendo perseguida por un abuso, me reservo el nombre, pero me he sabido defender”, Francisca, 54 años.   

“Pues a veces, cuando voy caminando, voy saliendo de la universidad, a veces los motaxista y esas personas, así como morbosas. Ellos sienten que pronto nos están piropeiando, halagando, pero uno se siente muy muy mal”, Camila, 19 años. 

“La primera vez que recuerdo haber sido acosada en la calle fue a los 11 años más o menos, siendo yo una niña, una niña que realmente no tenía ni idea que eso existía. Y ver también como los hombres se creen con el derecho de acosarnos, acceder a nuestros cuerpos, incluso siendo unas niñas”, Johana, 24 años. 

Igualmente, consultamos cómo se sienten al recibir ese tipo de comentarios por parte de desconocidos y sin su autorización. Esto fue lo que respondieron: 

“Me siento mal, mal porque es que nosotras las mujeres no les pedimos a ellos que nos morboceen. Hay muchas maneras de enamorar, y es a través de una flor, a través de una palabra dulce, no con palabras morbosas, de que tienes tu parte grande”, Francisca, 54 años.  

“Siento miedo, busco enseguida como alguna parte donde me pueda como meter y eso, o sea, aquí intento alejarme, porque siento que me van a hacer daño”, Camila, 19 años. 

“Me hizo sentir mal porque yo soy una señora de mayor edad y soy una persona que trabaja con dignidad, y como en parte sufrimos de racismo, todavía el racismo no se ha terminado, no se ha acabado, a pesar de que conocemos muchas leyes, entonces todavía algunos vienen que son racistas. Entonces por medio de eso también nos han hecho propuestas, hemos sufrido acoso, hemos sufrido muchas cosas”, María, 59 años. 

“La primera vez que fui acosada fue horrible, yo me sentí sucia, sentí que realmente yo tenía la culpa, porque eso es lo que nos enseñan, ¿no? Pero ahora que crecí y puedo entender cómo funciona este sistema que es el patriarcado, entiendo que nunca ha sido mi culpa y siempre es de ellos”, Johana, 24 años. 

Conocer estas historias, sin duda, evidencia la necesidad de hacer un esfuerzo conjunto en la sociedad para erradicar este tipo de violencia. Es fundamental que tanto hombres como mujeres se involucren en la prevención del acoso callejero, denunciando los casos y promoviendo una cultura de respeto. 

Asimismo, los gobiernos locales también tienen gran responsabilidad en la concientización de la cultura ciudadana, por lo que los colectivos de mujeres continúan trabajando en conjunto con las autoridades, para mitigar este tipo de violencia contra la mujer, por ejemplo, en Cartagena, un grupo de mototrabajores recibió capacitaciones con enfoque de género.