Se cumplen ocho años de la tragedia de Fundación donde murieron 33 niños calcinados

El domingo 18 de mayo del año 2014 cuando el reloj marcaba un poco más de la una de la tarde, el país entero conoció una tragedia que enlutó a los moradores del municipio de Fundación Magdalena. 33 niños habían perdido la vida tras quedar atrapados en las llamas mientras que otros 24 niños trataban de salvarse partiendo los vidrios del bus que fue consumido por las llamas.

Los niños habían sido llevados por los líderes de la iglesia pentecostal unida de Colombia a la escuela dominical para que escucharan la palabra de Dios y minutos después de haberse acabado el culto, se registró la tragedia.

Los pequeños se dirigían del templo hacia sus casas cuando el vehículo se incineró, las causas del incendio se debieron a una falla técnica del automotor y también por una presunta maniobra imprudente por parte del conductor, que al parecer, roseó líquido inflamable en el carburador del bus, lo que se presume ocasionó la tragedia. 

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Según las investigaciones preliminares, el vehículo no contaba con el Seguro Obligatorio de Accidentes de Tránsito SOAT, ni tampoco con la revisión técnico mecánica, por lo que se encontraba funcionando de manera clandestina. El conductor tampoco tenía el pase vehicular.

Una de las causas del elevado número de víctimas, fue porque el autobús sólo tenía una puerta, razón por la cual los menores no pudieron escapar del vehículo consumido por las llamas.

Los niños más grandes lograron salir del bus y trataron de salvar a los niños pequeños pero fue imposible porque las llamas se propagaron de manera muy rápida, una de las niñas que sacaba a los más pequeños de las llamas, entraba y salía del vehículo, pero en el último intento por rescatar a otros niños fue consumida por las llamas, los niños que esperaban por su rescate murieron abrasados con ella.

Los 33 niños pequeños que perdieron la vida en la tragedia son, Yireth Paola Molano Manjarrez de 7 años de edad, Yerinson Rafael Terraza Quintero de 6 años, Yelena Patricia Otero Hernández de 13 años, Thailyn Michel Hernández Castro de 9 años, Sherrelis Dayana Terraza Quintero de 4 años, Selena Patricia Urbina Díaz 5 años, Michel Quintero Cantillo 8 años, Mauricio José Valle Rodríguez 4 años, Marina Yireth Toncel de la Hoz 5 años, Manuel Johan Hernández Castro 5 años, Luz Nais de la Cruz Fontalvo 12 años, Luisa Fernanda Tapias García 7 años, Lucelia Ibarra Ortiz de 7 años, Lucas José Rocha Torregoza de 5 años, Keisi Yohana Martínez Escobar de 2 años, Kenner Enrique Fernández Fontalvo 7 años y Kendry Janeth Bonett Meza de 8 años.

También murieron, Keiver Erazo Durango de 8 años, Keilin Clareth Bonett Meza de 5 años, Juan Diego Martínez Escobar de 4 años, Jonny Fred Barón Rúa de 5 años, Jesús Manuel Bolaños Solís de 8 años, Eilin Fernanda García de 6 años, Dianis Lorena Tapias de 9 años, Desireth Johana de la Hoz Monsalve de 10 años, Danna Paola Daza Sierra de  11 años, Claudia Melisa Meza Molina de 8 años, Charit Durley Barrios Rodas de 7 años, Breiner José Rocha Torregroza de 8 años, Bladimir José Otero Movilla de  4 años, Belkis Jhoana Paut Gómez de 10 años (Venezolana), Antonio Pabón Meza de 7 años y Andrea Carolina Quintero Cantillo de 6 años.

Entre los menores fallecidos también se encontraba Lucelia Ibarra Ortiz de 7 años, la hija del pastor de la iglesia pentecostal.

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Es de anotar que Manuel Salvador Ibarra, el pastor perteneciente a la iglesia pentecostal unida de Colombia, murió en el 2021 tras enfermarse por covid-19. Salvador Ibarra había sido sentenciado a 10 años de prisión, pero él y el conductor del autobús, sólo pagaron tres años en la cárcel El Bosque de la ciudad de Barranquilla, y quedaron en libertad a finales del 2017, porque la medida de aseguramiento tiene una temporalidad de un año y al no haber una condena en firme tenían que ser dejados libres.

A mediados del año 2021 el tribunal de Magdalena ordenó a la iglesia pentecostal unida de Colombia, pagar la millonaria cifra de 25,261.565.430 millones de pesos a las familias de los 33 niños que murieron calcinados en el incendio del bus.