El superintendente de servicios públicos domiciliarios, Dagoberto Quiroga, estuvo en Santa Marta y designó a Empresas Públicas de Medellín (EPM), como el nuevo agente interventor especial de la Empresa de Servicios Públicos del Distrito de Santa Marta (Essmar).
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El propósito de la toma de posesión por parte de EPM hacia la Essmar, está encaminado a garantizar la adecuada prestación de los servicios de acueducto y alcantarillado, a todos los samarios. EPM se encargará de los procesos de gestión técnica, operativa y financiera mientras administra la Essmar.
El superintendente Quiroga aseguró que "la Essmar no se puede entregar y tiene que continuar intervenida, porque no se ha superado las dificultades económicas, la intervención obliga a aportar unos recursos a través del fondo empresarial (...) hago un llamado a los gobiernos distrital, departamental y al Gobierno Nacional, para que entre todos aportemos".
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El superintendente añadió que pondrá atención a las declaraciones que hizo Jorge Escobar Silebi, procurador ambiental del Magdalena, el pasado primero de abril; cuando alertó sobre la presencia de la bacteria escherichia coli (heces fecales), en algunos pozos del acueducto de Santa Marta.
"Aquí se corre el riesgo de contaminación, porque los prestadores de servicios públicos no están pensando en el óptimo servicio que se le debe prestar a la comunidad, sino que están pensando y manejando los servicios públicos como un negocio, y tienen que entender que el servicio público domiciliario más que un negocio es un derecho universal", enfatizó Quiroga.
Por su parte, el gerente de EPM, Jorge Andrés Carrillo, dijo que, "EPM no llegó para comprar la Essmar, tampoco nos las están ofreciendo, nosotros llegamos a prestar un servicio en un rol de agente especial, es decir, vamos a administrar a la Essmar para agilizar las causales que llevaron a su intervención".
La Essmar fue intervenida por el gobierno del expresidente Iván Duque, desde el pasado 22 de noviembre, por una deuda que ascendió a los 84.000 millones de pesos y sólo recaudaba cinco mil millones mensuales. Según Natasha Avendaño, anterior superintendente de Servicios Públicos, dicha situación hizo que la empresa fuese inestable e insostenible financieramente.
Al momento de la intervención, la Essmar tenía una deuda con la DIAN por más de veinte mil millones de pesos, por el no pago de la retención en la fuente.