
Judicializado hombre que mantenía cautivas especies exóticas en un hotel de Santa Marta
En un contundente operativo de las autoridades, Luis Manuel Herrera Brieva fue presentado ante un juez de control de garantías tras ser señalado de mantener en cautiverio a 28 animales silvestres y exóticos en un hotel de Santa Marta. La intervención fue realizada por el Grupo Especializado contra el Maltrato Animal (Gelma) de la Fiscalía General de la Nación, en coordinación con unidades de la Dirección de Carabineros y Protección Ambiental de la Policía Nacional.
Los uniformados llegaron al establecimiento y hallaron siete flamencos rosados, 18 tortugas morrocoy, dos loros cabeza amarilla y una guacamaya en condiciones deplorables de salud y conservación. De acuerdo con el informe de las autoridades, los animales eran mantenidos en cautiverio con el propósito de atraer turistas y huéspedes al hotel, sin contar con las condiciones necesarias para su bienestar.
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La Fiscalía informó que las especies rescatadas incluyen animales en grave peligro de extinción. El flamenco rosado, por ejemplo, es una especie cuya población se ha visto reducida drásticamente en Colombia debido a la pérdida de hábitat y la caza indiscriminada. Por su parte, las tortugas morrocoy y los loros cabeza amarilla también están catalogados como especies amenazadas, principalmente por el tráfico ilegal de fauna silvestre y la deforestación.
"Este tipo de prácticas no solo afectan el equilibrio de los ecosistemas, sino que representan un claro delito contra los recursos naturales. Los animales silvestres no son objetos de exhibición ni atracciones turísticas, su captura y comercialización están prohibidas por la legislación ambiental colombiana", señaló un vocero de la autoridad ambiental.
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Herrera Brieva fue capturado en flagrancia y posteriormente imputado por el delito de aprovechamiento ilícito de recursos naturales renovables. Pese a la contundencia de las pruebas, el acusado no aceptó los cargos, por lo que su situación jurídica será definida en las próximas audiencias.
Mientras avanza el proceso judicial, los 28 animales fueron entregados a las autoridades ambientales correspondientes para su rehabilitación y posible reintegración a su hábitat natural.
El caso pone en evidencia la persistencia del tráfico y la tenencia ilegal de fauna en Colombia, un problema que requiere mayores esfuerzos de control y concienciación ciudadana para evitar el daño irreparable a los ecosistemas y la fauna silvestre.