La Fiesta del Caimán de Ciénaga, la historia trágica que se convirtió en leyenda, revive una vez más para deleitar a propios, y visitantes, congregados alrededor de una conmemoración autóctona que ha trascendido en el tiempo y se ha mantenido como una de las más importantes expresiones culturales, inmersa en la tradición oral de los pueblos del Caribe colombiano.
Para la versión 2020, Ciénaga ha preparado una extensa programación de actividades en un marco de música, color y danza, que comprende entre otros eventos, la Gran Parada de Caimanes, adultos e infantil, el Encuentro de Escritores, el Festival Gastronómico, la Coronación de la Reina Central, Keily Gordillo Blanco y el Show musical que contará con la presencia de agrupaciones internacionales como la orquesta de Kinito Méndez, Hánsel y Rául, con el acompañamiento de Mr. Black, entre otros artistas.
El alcalde de la población, Luis Alberto Tette Samper entregó detalles de la fiesta, que tendrá participación nacional.
“Como novedad nos van a acompañar muchos departamentos y delegaciones como por ejemplo de Boyacá, de Santander, Cundinamarca, vienen danzas folclóricas de Nariño, que saben danzar y versear el caimán”, indicó el mandatario.
El evento contará con la presentación de 18 agrupaciones de Ciénaga, así como colectivos de danza de Barranquilla y carrozas temáticas.
La Leyenda
De acuerdo con la narrativa tradicional, la historia del caimán se remonta a finales de los años 1800, en medio de una fiesta en una humilde vivienda del barrio Cachimbero de Ciénaga, cuando las hermanas Juanita y Tomasita Bojato fueron enviadas a buscar licor para extender la animada celebración, que a medida que avanzaba, se tornaba en angustia ante la inexplicable tardanza de las menores.
Luego de minutos de espera, apareció Juanita presa de pánico, a quien su padre, presuroso le preguntó, mijita linda ¿dónde está tu hermana?, la pequeña respondió: “El caimán se la llevó”.
El corto y conmovedor diálogo entre padre e hija que expresa la realidad de una dolorosa fatalidad, con el paso del tiempo se transformó en el epicentro oral de la celebración y cántico alusivo a la leyenda.
Según el relato de Juanita su hermana fue a lavarse los pies en la ciénaga, se descuidó, tropezó, cayó a las aguas y desapareció en las fauces del feroz reptil.
Una absurda tragedia, convertida en pregón, proclamación simbólica que nuevamente se escuchará retumbar en cada rincón de ciénaga, durante los próximos cuatro días.