La zona rural de La Apartada es una de las más afectadas por el río San Jorge.
En La Mojana, 1.200 reses han desaparecido debido a las fuertes lluvias.
Por unanimidad, el Comité Departamental de Gestión del Riesgo de Desastres decidió declarar la calamidad pública, en todo el departamento de Córdoba, para afrontar las afectaciones dejadas por la temporada invernal.
El coordinador de la Unidad de Gestión de Riesgos de la Gobernación, Aldrin Pinedo, dijo que en diez municipios de los 30 habían hecho la declaratoria, por cuenta de las afectaciones que han sufrido cerca de 1.100 familias y 2.768 personas.
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Los municipios donde habían tomado esa decisión son: Cereté, Tierralta, Ayapel, San José de Uré, Chinú, Valencia, Montelíbano, Ciénaga de Oro, Puerto Escondido y San Pelayo, y tras el incremento de las lluvias y desbordamientos, se extendió la calamidad pública en todo el departamento.
Entre tanto, otros municipios Montería, Lorica, Canalete, La Apartada, Buenavista, Tuchín, Los Córdobas y Planeta Rica, está el riesgo latente de desbordamientos de los ríos Sinú y San Jorge, y posibles inundaciones.
Cabe recordar que la declaratoria de la calamidad pública insta a las autoridades locales a contar con un plan de acción específico, que permita la intervención en las zonas de mayores afectaciones y la toma de decisiones ante emergencias que provoque el invierno.
Por cuenta de las inundaciones del río Cauca una 1.200 reses desaparecieron durante los traslados y travesías que hicieron vaqueros por caños y ciénagas en los municipios de Ayapel, Córdoba, San Marcos, San Benito y Guaranda en Sucre, en las últimas semanas, con el fin de buscar tierras secas.
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Arnulfo Betancur, representante del gremio ganadero de La Mojana, confirmó la afectación y dijo que está a la espera de las ayudas ofrecidas por el Gobierno Nacional, porque muchos productores en la quiebra.
Por su parte, el gobernador de Córdoba, Orlando Benítez, pidió al Gobierno Nacional continuar y fortalecer los trabajos en el canal de la Esperanza, específicamente en el sector conocido como Cara de Gato, para resolver así estructuralmente el problema que afecta a miles de habitantes de esta zona del departamento.
