Sigue en aumento la crisis en el Sistema Masivo de Transporte en Barranquilla Transmetro, ante la imposibilidad de hacer uso de los recursos que desde marzo giró el Gobierno Nacional, por el orden de los 27.000 millones de pesos y que fueron depositadas en una cuenta que se encuentra embargada por las deudas que acumula el sistema.
De acuerdo con la empresa, de los 204 buses con los que cuenta el sistema, solo están en operación 150, es decir, hay una baja de 54 vehículos que se encuentran en mal estado y, sin embargo, de los que sí circulan, muchos presentan fallas durante el recorrido.
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En vista de la situación, Transmetro anunció a través de sus redes que las rutas expreso S10, R10 y R40 fueron suspendidas "hasta nueva orden", esto con el objetivo de concentrar esos buses en la operación regular y tratar de cumplir con las rutas que se requieren.
"Necesitamos una mayor presencia en las troncales para que los usuarios puedan movilizarse de una manera más eficiente en el sistema y sobre el déficit que venimos arrastrando, infortunadamente, el gerente actual desconoce la situación y pretende que con los recursos que giró el Gobierno sea pagado un proceso judicial, y además, por una mala gestión e información, el Ministerio de Hacienda giró los recursos a una cuenta embargada", indicó Juan Carlos Calderón, directivo Metrocaribe, uno de los operadores del Transmetro.
Hastiados de la lentitud en la circulación de buses, debido a que la flota no está operando en su totalidad, los usuarios del Transmetro de tomaron la troncal de la avenida Murillo tres días seguidos, generando un caos aún peor en la movilidad como quedó registrado en videos que circularon en redes sociales.
Los pasajeros aseguran que una hora o más deben esperar para poder abordar la ruta que los conduzca a sus destinos ya que los buses demoran en pasar.
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"Esto nos está arruinando la vida. Uno sale de su casa con la disposición para empezar el día, pero apenas llegamos a una estación se daña todo. Estamos cansados, la gente se toma las vías para protestar para buscar solución. Los despachos pasan cada 30 minutos, incluso, hasta una hora he tenido que esperar para poder abordar y lo peor es que, ante la cantidad de gente, a veces ni logro subirme porque toca a codazos y patadas para abrir paso entre la multitud y poder entrar", comentó Xilene Robles, usuaria del Transmetro.