Santa Marta será sede de diálogo por la no repetición entre comunidades del Magdalena
Desde el diálogo social, en Santa Marta desde las dos de la tarde por rede sociales se reunirán la voces que buscan construir la convivencia pacífica en sus territorios, para dejar atrás la no repetición y mejoras de condiciones de las comunidades afro, campesinas, pescadoras, víctimas del conflicto armado en el departamento del Magdalena.
Una actividad que viene desarrollando la Comisión de la Verdad para el cumplimiento de un pacto de no repetición entre estas comunidades y la institucionalidad, lideres, lideresas del Magdalena contarán sus historias de vida como resiliente ha logrado diseñar estrategias para consolidar una paz duradera en sus territorios, así como el respeto de sus derechos fundamentales y condiciones de vida.
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Para Eliana Toncel Mozo, responsable de Diálogo Social de la territorial Magdalena de la Comisión de la Verdad, este encuentro es una apuesta por profundizar el análisis sobre los impactos que persisten en la condiciones de vida de las comunidades que han sido víctimas de graves violaciones a los Derechos Humanos, como despojo, confinamiento, violencias sexuales y de género.
“Este proceso de diálogo social se desarrolla desde el año pasado en el Magdalena y ha permitido identificar cuáles son las apuestas de las garantías de no repetición que tienen estas poblaciones, desde sus experiencias de resistencias institucional, desde sus experiencias en la búsqueda de derechos reparativos y fundamentales para sus comunidades”, comentó Toncel Mozo.
Con este dialogo se busca que estas comunidades puedan restablecer sus proyectos de vida e identidad, personal y grupal, en estos diálogos se ha logrado comprender algunas situaciones que persisten a pesar de los años haciendo que persistan los factores de repetición del conflicto.
Entre los encuentros desde la comisión de la verdad se ha logrado identificar dos hallazgos, entre ellos la importancia de las comunidades es el abordaje integral por parte de las instituciones, mirando desde la individualización por otro lado las comunidades reconocen que existe una desterritorialización o pérdida territorial que se manifiesta en el debilitamiento de sus vocaciones productivas, de las formas tradicionales y comunitarias para la sobrevivencia.