Capturados con mercancía incautada.
Los hombres fueron encontrados en la caja de la cadena del ancla junto a una carga de casi 200 kilos del estupefaciente.
En una operación que desnuda la creatividad y la osadía del crimen organizado, la Fiscalía General de la Nación y la Armada Colombiana descubrieron una nueva modalidad de tráfico trasnacional de estupefacientes: polizones escondidos en embarcaciones comerciales que, además de su propia supervivencia, transportan alijos de cocaína con destino a Europa.
El caso más reciente se registró en la terminal marítima de Santa Marta, donde un buque de bandera ucraniana, listo para zarpar hacia Valencia, España, fue objeto de una inspección sorpresa. Los uniformados hallaron a dos ciudadanos colombianos ocultos en la caja de cadena del ancla, un reducido espacio donde también almacenaban seis tulas repletas de bloques de clorhidrato de cocaína, que en total sumaban más de 188 kilogramos.
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El hallazgo dejó en evidencia no solo la sofisticación del modus operandi, sino también la peligrosidad de estas maniobras. Los detenidos, identificados como Yeferson Eliécer Angulo Suárez y Edinson Iris Castro, disponían de trajes de buceo, equipos de comunicación satelital y provisiones suficientes para resistir el largo trayecto hasta su destino final en Europa. La hipótesis de las autoridades indica que su misión no era solo acompañar la droga, sino garantizar su entrega en el puerto de destino.
Las investigaciones apuntan a que esta estrategia responde a un intento de los carteles de drogas por sortear los estrictos controles de seguridad en los contenedores y los sistemas de escáner en los puertos. De ser efectiva, podría representar un nuevo desafío para las autoridades en la lucha contra el narcotráfico.
Los capturados fueron presentados ante un juez de control de garantías y enfrentan cargos por tráfico, fabricación o porte de estupefacientes, los cuales no aceptaron. Mientras tanto, las autoridades refuerzan las medidas de seguridad en los puertos del Caribe, conscientes de que el narcotráfico se reinventa constantemente para burlar la ley.
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Con este son tres los golpes que en menos de una semana han asestado las autoridades en puertos del Caribe colombiano contra las organizaciones dedicadas al narcotráfico, después que el pasado lunes la policía incautó 1.607 kilos de cocaína en el puerto de Cartagena, camuflados entre un cargamento de banano con destino final Sevilla (España).
En ese mismo lugar ayer se incautaron 600 Kilos del alcaloide que iban a ser enviados a la ciudad de Hamburgo. En lo corrido del año, la Policía Nacional ha incautado 41,6 toneladas de cocaína, según datos suministrados por la institución.
