Riohacha se prepara para la gran fiesta religiosa de la Virgen de los Remedios
Los riohacheros, políticos y por supuesto, la catedral de Riohacha ya se alista para las fiestas religiosas del año, el 2 de febrero, el día de la patrona Nuestra Señora de los Remedios o la ‘Vieja mello’, como cariñosamente la bautizaron desde aquel milagro ocurrido un 14 de mayo de 1663.
Esta es la fecha más esperada por todos los guajiros, donde se reúnen todos como hermanos y comparten un solo sacramento. En realidad, el gran milagro de la Virgen de los Remedios ocurrió un lunes 14 de mayo de 1663 para ser más exactos, momento en el que Riohacha se salvó de ser arrasada por las turbulentas aguas del Mar Caribe, cuando sus devotos vieron el peligro que se acercaba, sacaron a la ‘Vieja mello’ en procesión y esta dejó caer su corona ordenando al mar regresar a su lugar.
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El respeto, el amor, la devoción se ha mantenido desde hace muchos años y se ha transmitido de generación en generación por los riohacheros. RCN Radio, en diálogo con algunos de los habitantes del distrito han manifestado su fervor desde los más pequeños a los más ancianos.
“Siempre le pido a la virgen que me cuide a mi familia, tengo un nieto en Camarones y lo mandé a buscar para presentárselo a la vieja mello. Yo soy creyente de ella y sé que me ha cumplido en todo lo que he le pedido que es cuidarme en salud”, comentó Rafael Gutiérrez.
“Yo nací en 1978 y siempre he seguido los pasos de la Virgen de los Remedios, voy a misa todos los años, ella siempre me ha sostenido con vida porque yo de cualquier enfermedad o cualquier problema le pido a ella y me ha salvado. Tengo algo personal que le dedico yo a ella todos los años”, dijo Edgar Roys.
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Después de dos años de pandemia por el Covid-19, Riohacha y todo el departamento de La Guajira se prepara para sacar a la Virgen en procesión desde este primero de febrero por el centro de la ciudad y el dos de febrero alrededor del parque José Prudencio Padilla.
Algo particular en esta fecha que no se sabe qué admirar más en los creyentes: el continuo circular de gente arremolinada en la plaza central e inmediaciones por no caber en el templo; o su ropaje, pues acostumbran a vestir con lo mejor, y en últimas la alegría de los familiares y viejos amigos que, al reencontrarse, entrelazan sus sentimientos de hoy con las vivencias del ayer.