Con "una bella serenata" fue despedido el cantautor vallenato Adolfo Pacheco

Con una bella serenata, con música de acordeón al son de canciones como El Viejo Miguel y  La Hamaca Grande fue despedido el cantautor vallenato, Adolfo Pacheco, quien falleció el sábado tras permanecer varios días en una clínica al norte de Barranquilla luego de sufrir un accidente de tránsito en la vía que del municipio de Calamar, Bolívar conduce a la capital del Atlántico.

Aunque en su tumba hubo un despliegue de melodías, la nostalgia no estuvo ausente. Su hermano Rodrigo Pacheco, con los ojos empañados de tristeza manifestó que lo recordará como uno de los grandes juglares de la música vallenata en el país.

“Me gustaría que haya vivido más tiempo y que lo recuerden como el grande que fue en la música. De él extrañaré su sencillez, el cariño que tenía para todos nosotros”, expresó.

Por su parte, Elsa, hermana del cantautor, aseguró que nunca imaginó que Adolfo partiera de este mundo en las condiciones que lo hizo.

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“Él tenía varias enfermedades, pero esto no lo acepto porque fue una persona muy cariñosa, con quien  siempre estuve a su lado. Era sencillo, noble, con buenos sentimientos, así era mi hermano”, indicó Elsa.

Afirmó que lo recordará con la Canción El Viejo Miguel, la cual le compuso a su padre: “Buscando consuelo, buscando paz y tranquilidad”.

Por su parte, Graciela Olivera, su madrastra de 93 años, quien sentada en una silla lo acompañó hasta su última morada, guarda como si fuera ayer, los momentos que compartieron.

“Yo lo bañaba pequeño, tenía cuatro años cuando lo conocí. Mi mamá vendió la casa y nos fuimos a vivir donde una abuela de Adolfo y yo andaba con él para arriba y para abajo”, aseguró la mujer de ojos claros, que se le fueron nublando por las lágrimas.

 Miguel Adolfo, hijo del músico, afectado por el último adiós que le dio a su padre, aseveró que el legado que dejó, perdurará con el paso del tiempo, ya que él se encargará de que eso ocurra.

“Siempre fui el compañero de mi padre desde pequeño. Viví muchos momentos con él. El legado no se ha perdido porque yo soy cantante, he grabado y tengo una grabación próxima de sus canciones con Ramoncito Vargas y con otros artistas. Ese legado está vivo. Seguiré divulgando su música, que cuente mi padre que yo se la difundí y lo seguiré haciendo”, afirmó el médico quien espera que su padre sea recordado como un hombre sencillo, espontáneo, cariñoso e inteligente.

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