Pasegol de James, victoria del Everton y fin de una ‘maldición’ ante Liverpool

Tuvieron que pasar 22 años para que Everton celebrara una victoria en Anfield en el clásico ante Liverpool. Los ‘Toffees’ se llevaron la victoria en el derby por la fecha 24 de la Premier League. James Rodríguez tuvo mucho que ver en el marcador, gracias a la asistencia que le dio al brasileño Richarlison, quien marcó el primer gol del partido (resultado final, 0-2). El colombiano fue sustituido al minuto 62 por Calvert-Lewin.

Vea también: [Video] James deja su sello en Anfield: control, pase y gol de Richarlison

Un triunfo vital para el Everton este sábado (también llevaba más de diez años sin ganarle a los ‘reds’, incluso en Goodison Park). El equipo dirigido por el italiano Carlo Ancelotti se llevó la victoria, llegó a 40 puntos, alcanzó a su archirrival en la tabla de posiciones y se mantiene en la pelea por lograr un cupo a copas europeas la próxima temporada. Fue un partido cerrado, que se definió por un error de los ‘reds’ y por una genialidad de James cuando apenas transcurrían tres minutos.

El número 19 del Everton hizo ‘magia’. Control clásico, pase filtrado entre los defensas y balón al pie para Richarlison. Lo demás fue en cuestión de milésimas de segundo. El brasileño se perfiló de manera precisa y disparó con pierna derecha para vencer a Allison. No tuvo opción el guardameta de impedir la anotación en un encuentro que contó con poco en ataque por parte del Liverpool. Sin duda, los de Jürgen Klopp no son los mismos esta temporada. Por algo están fuera de la pelea por defender el título, el cual, muy seguramente, quedará en manos del City.

Le puede interesar: Chelsea no pasa del empate ante Southampton en la Premier

Para asegurar la victoria, Everton tuvo que apelar a una falta en el área sobre Calvert-Lewin para tener la opción del segundo gol. Penalti decretado por el árbitro y un tanto convertido por el islandés Gylfi Sigurosson en el cierre, sentenciando la victoria de la visita y poniendo fin a una maldición que parecía no acabar para los de Goodison Park.