Anoche, oficiando como local en el estadio Metropolitano de Barranquilla, frente a las Águilas Doradas, Junior no pudo desarrollar el fútbol de los recientes partidos; no encontró fórmulas de ataque y tampoco fue capaz de armonizar en la faceta colectiva. El rival planteó un juego de elevada seguridad desde lo defensivo, le cerró los caminos a los jugadores Rojiblancos y no le permitió cohesionar con el balón. Y lanzó ataques veloces desde la mitad de la cancha, guiados por Cristian Marrugo, que complicaron el esquema defensivo del local.
Tres pelotas en los palos, un balón desviado de la raya de gol por parte de Larry Vásquez y el portero Viera exigido al máximo, fueron las evidencias de los lances ofensivos generados por los ágiles jugadores de las Águilas.
Entretanto, Teófilo Gutiérrez y Sambueza, planeaban asociaciones por el medio pero, la mayoría de las veces, sucumbieron ante el cortinaje defensivo planteado por el visitante. Y por los extremos, Hinestroza y Cetré, intentaron desbordar pero tampoco pudieron lograr el cometido de forma acertada, y las pocas veces que lograron cruzar la pelota, los defensores evacuaron y tampoco hubo destinatarios que pudieran rematar las jugadas. En fin, el Tiburón no clarificó ni acertó en el campo rival.
Total; Junior fue incapaz de vencer a un rival que planteó una idea, la desarrolló y se salió con la suya. Y, otra vez, como contra Santa Fe, Bucaramanga y Cali, dejó escapar puntos en el estadio Metropolitano. Los que tendrá que buscar cuando enfrente a Pasto en el estadio La Independencia en el cierre de calendario. Para clasificar, no le queda otra opción.
La misión será difícil pero no imposible. Aunque primero tendrá que sortear el duelo frente al Bolívar de Bolivia, en la altura de La Paz. Este partido hace parte de la tercera fase de la Copa Conmebol Libertadores y se disputará el jueves venidero en el Estadio Olímpico Hernando Siles.