Crónica de una macabra extorsión: Dos mujeres capturadas por someter a una pareja de ancianos a una pesadilla

Las dos mujeres que aparecen en la fotografía están unidas por el amor a un hombre y por el amor al delito. Según la información suministrada por las autoridades, Angélica María Patiño Vivaque y Karen Juliet Jiménez Santiago tenían un vínculo amoroso con Miguel Ángel Sánchez Reyes, un hombre que hoy está privado de la libertad en un centro carcelario por el mismo delito.

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 Fue precisamente el apego de estas mujeres hacia ese hombre lo que llevó a las autoridades a pensar que, por amor, serían capaces de cualquier cosa, y no estaban equivocados. Al iniciar la investigación, descubrieron un macabro entramado que estaba matando lentamente a una pareja de adultos mayores.

La historia inicia en el año 2016, cuando las víctimas, una pareja de esposos que supera los 70 años y que se dedican a las labores del campo, recibieron una llamada extorsiva. Al otro lado de la línea, según la investigación, se encontraba Miguel Ángel Sánchez, quien intimidó a la mujer bajo la presión de asesinar a su compañero y, posteriormente, a ella si no entregaban lo que exigía.

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En ese entonces, el extorsionista le dio cinco días para conseguir el dinero. Presa del pánico, la mujer vendió unos animales que tenía y entregó 15 millones de pesos, que, de acuerdo con las autoridades, el mismo extorsionista fue a recoger a la casa de sus victimas.

Al llegar, el delincuente se dio cuenta de que los abuelitos no tenían más familia, vivían solos y, por su avanzada edad, estaban presos del nerviosismo. Es así como su instinto criminal se recrudece aún más y, días después, vuelve a contactar a sus víctimas bajo la misma amenaza, pero esta vez exigiendo 5 millones de pesos más.

La víctima, quien ya había vendido sus animales, prestó dinero con intereses para entregárselo a su victimario. Con el paso del tiempo, las llamadas intimidatorias no se detuvieron, y la víctima siguió consignando diferentes montos hasta reunir 33 millones de pesos. Sin embargo, según las autoridades, la meta era quitarles 50 millones a estos abuelitos, que ya no sabían ni qué vender para cumplir.

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Meses atrás, en el barrio La Macarena del municipio de Corozal, el hombre fue capturado, pero ni así dejaron en paz a la pareja. El legado lo continuaron estas dos mujeres, quienes, aún estando en otro departamento, seguían atormentando a sus víctimas. Luego de un arduo seguimiento e investigación, una comisión especial del Gaula Sucre se desplazó hasta San Martín, Cesar, donde las autoridades las capturaron