Capturaron al presunto responsable del crimen de un líder arahuaco en Cesar
Durante un trabajo conjunto entre la Fiscalía General de la Nación y la Jurisdicción Especial Indígena logran la identificación y ubicación del presunto responsable del crimen del mayor y líder arahuaco, Julio Zalabata Luque, ocurrido el pasado 21 de septiembre, en zona rural de Pueblo Bello (Cesar).
Se trata de Rafael Francisco Hernández Maestre, quien sería el presunto responsable de este hecho violento que generó conmoción en la población indígena debido a que la víctima era una persona muy influyente en la región.
Lea aquí: Alerta en el Caribe colombiano por posible desarrollo ciclónico en el suroccidente del mar
Luego de las investigaciones un fiscal de la Unidad Especial de Investigación (UEI) obtuvo orden de captura en su contra, la cual fue materializada por la Policía Nacional.
El señalado agresor fue presentado ante Juez de Control de Garantías con fines de legalización de captura e imputado por los delitos de homicidio y hurto, ambas conductas agravadas. Al concluir las audiencias concentradas, fue cobijado con medida de aseguramiento en centro carcelario.
Los elementos de prueba indican que Rafael Hernández Maestre se encontraba en inmediaciones de la vía rural por donde caminaba la víctima del hurto y al percatarse que el líder arahuaco cruzaba por el lugar, al parecer, se lanzó con un palo y lo golpeó en la espalda en varias oportunidades causándole la muerte. Posteriormente, le habría arrebatado las pertenencias.
Le puede servir: Concierto de Elder Dayan en Barranquilla: ¿cómo puedo reclamar las boletas?
Dice la Fiscalía General de la Nación que Julio Zalabata Luque, de 72 años, era un mayor y autoridad indígena tradicional de la comunidad arhuaca Kwanimun, que también ejercía el rol de conciliador.
El líder indígena arhuaco, recibió golpes contundentes en varias partes del cuerpo y en la cabeza y los hechos ocurrieron en la vía San Quintín hacia la vereda Monte Grande, zona rural del municipio de Pueblo Bello. La víctima llevaba un millón de pesos en efectivo en su mochila y un gorro de la etnia arhuaca, elementos que no fueron encontrados en el sitio donde fue hallado el cuerpo.