Aseguran que la actividad preserva el ecosistema y explican sus beneficios.
En 2019 dieron luz verde para la relimpia del caño Juan Angola, con un convenio entre la Alcaldía de Cartagena y la Empresa de Desarrollo Urbano de Bolívar (Edurbe S.A.). La intervención, pactada en $14.999.983.683, tenia como objetivo adelantar las obras de relimpia del cuerpo de agua, entre la pista del aeropuerto Rafael Núñez y el puente de Canapote, y la relimpia de las lagunas de Marbella y El Cabrero.
Recientemente, las obras se reanudaron y una de sus actividades, la tala controlada de manglares, provocó inquietudes de varios concejales y preocupaciones y críticas de vecinos del sector.
La gerente de Edurbe, Fanny Guerrero, con relación a quejas ciudadanas, informó que lo realizado en las lagunas entre Marbella y Canapote está aprobado por la autoridad ambiental, Cardique, y por la autoridad marítima en cabeza de la Dimar, según lo establecido por la Resolución 1674 de 2023 y 302 de 2018.
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Algunas críticas aseveran que se tala el mangle para urbanizar con nuevos edificios en la zona; Guerrero manifestó: “El terreno en cuestión se utilizó para almacenar material de relimpia mecánica extraído del sector La Unión. Además, sirvió como depósito temporal para el mangle, sujeto a aprovechamiento forestal conforme al permiso otorgado por la autoridad ambiental. Estas acciones no forman parte de proyectos de construcción ni de urbanización, ya sean privados o públicos”.
Y con respecto a las inquietudes medioambientales indicó: “Estas actividades están totalmente alineadas con el proyecto de relimpia del caño Juan Angola, contando con la debida aprobación de las autoridades competentes. Queremos fomentar la claridad sobre las acciones desarrolladas, destacando el compromiso de nuestra entidad y de la administración con la preservación ambiental y el cumplimiento normativo”.
Ángelo Bacci Hernández, director de Cardique, confirmó que la intervención de tala y poda técnica está aprobada ambientalmente por la entidad, como autoridad ambiental competente, por medio de un permiso de aprovechamiento forestal. “En estos temas en los que confluyen el medio ambiente y las obras de desarrollo, el debate siempre es difícil y espinoso, pero hay que hacerlo, más cuando Cartagena y la ciudadanía se acostumbró a que no se realizarán obras de impacto en los últimos años. No obstante, esta intervención tiene los permisos ambientales y nuestros funcionarios le hacen seguimiento constante al Plan de Manejo Ambiental, y, hasta el momento, me informan que los ejecutores del proyecto no están por fuera de las acciones plasmadas en el PMA, con los requerimientos pertinentes para sus mejoras, y así realizar acciones de mitigación y/o compensación por los impactos que se generen al ecosistema de manglar”, dijo Bacci.
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El director de Cardique recordó que la relimpia del caño de Juan Angola tiene como objetivo aumentar el flujo y reflujo de las aguas con el fin de mejorar la calidad de las mismas y evitar estancamientos, los cuales producen, malos olores, distintos a los ocasionados por vertimientos no autorizados y mal manejados. Lo anterior ayudaría a la mejora del ecosistema, visibilizacion del cuerpo de agua y ayudar a la generación y fortalecimiento de proyectos de ecoturismo navegable y de transporte acuático para la ciudad.
Además, según Bacci, la poda controlada propicia que el sector esté más visible y fomenta la percepción de seguridad en la zona, pues ha habido casos en los que delincuentes usaban el ecosistema de guarida.
Por último, la gerente de Cardique expresó que las actividades e inspecciones en el caño de Juan Angola se han realizado con las autoridades ambientales, el contratista y la comunidad. "Estamos aquí para materializar la Cartagena que siempre hemos soñado creando vías marítimas habilitadas, abiertas para el disfrute de la comunidad y el turismo. Estas actuaciones son peldaños hacia la revitalización de un recurso vital para la ciudad”.
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RECUADRO
Viacrucis del proceso
Esta intervención en el caño de Juan Angola, en el sector específico en el que Edurbe hizo presencia, fue suspendida en 2018 por la Procuraduría General de la Nación, a través del oficio No. 115 del 13 de agosto de 2018, pues no tenía todos los permisos de autoridades competentes.
“En 2020 esa medida se levantó, pero pasó 2020, 2021 y 2022 sin que se reactivara la relimpia del caño. Solo hasta mediados del año pasado se retomó por la administración pasada, pero cuando empezaron la relimpia afectaron el manglar, por lo que Cardique y el EPA pararon todo e iniciaron una investigación. Posteriormente, le tocó a Edurbe volver a hacer todo el trámite legal para subsanar la sanción y el permiso correspondiente, lográndolo a finales de 2023, pero se hizo un acta de suspensión administrativa por el fin de año e inicio de un nuevo gobierno; por eso hasta ahora se retomó”, contó Francisco Castillo, asesor de Despacho en Asuntos Medioambientales del Distrito.
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Y finalizó: “Esta actuación es fundamental para sacar todo el sedimento y ampliar el caño, dándole profundidad y darle flujo al sistema hídrico. La autorización de Cardique dio unas directrices muy claras para que todo se ciña a la preservación medioambiental, la intervención tiene unas coordenadas y un espacio delimitado que está autorizada por resolución y no se están saliendo de ahí. Todo está controlado. Y para tranquilidad de la ciudadanía, Edurbe y el contratista adelantará procesos de socialización para que la comunidad esté enterada de estas acciones de saneamiento ambiental".
