Las denuncias están en las manos de las autoridades
Mas de tres tumbas han sido objeto de desconocidos a falta de vigilancia en el campo santo
Carlos Jiménez Castro y Omar Gómez Pérez, se llevaron una desagradable sorpresa cuando se encontraban visitando las tumbas de sus seres queridos en el Cementerio Municipal del Turbana, al norte de Bolívar. Carlos, sorpresivamente encontró que la tumba de su madre Rosa María Castro, quien apenas va a cumplir un año de haber fallecido, la profanaron.
"Donde estaba mi querida madre, este mes lo que va a cumplir es un año y miren tremendo regalo, no recibe ni un paquete de velas ni flores, aquí los que están si oficio, por que así es que se puede decir, los que no tienen oficio, la cogieron y la sacaron" afirma Carlos. Pero lo que más le ha causado indignación es que los facinerosos, sacaron los despojos mortales para dejarlos tirados cerca a varios metros de la bóveda.
En unas bolsas plásticas color negro, Jiménez Castro debió recoger los restos de su progenitora para asegurarlos. "Ya ni los muertos pueden descansar en paz, ¡hombeeee! esta vaina no puede seguir así", comenta el hombre quien le hace un llamado a administración de turno para que coloque vigilantes o celadores en el campo santo, y frenar las profanaciones.
El otro caso denunciado fue el que dio a conocer Omar Gómez Pérez, quien al llegar al cementerio para darle su último adiós a un amigo, decidió llegar hasta las tumbas donde están sus seres queridos, entre ellos el de una hija, y vaya sorpresa la que también se llevó. "Aquí estaba sepultada mi hija que cumplió 5 años, y miren el estado en que encuentro la bóveda de mi hija que también tenía su lápida, la cual fue destrozada al parecer por esta cruz. Aquí veo algunos huesos que están tirados en el suelo, no sé si correspondan a ella, porque aquí al lado también otra bóveda la destruyeron no sé de quién es", relata con la voz entrecortada.
"Con mucha tristeza me encuentro con estas imágenes, porque llámese como se llame, satanismo, lo que sea, la cuestión es personal conmigo, porque aquí en el cementerio hay miles de bóvedas, y ¿porqué precisamente la de mi hija?. Llevaré esto, hasta las últimas consecuencias", expresó Gómez Pérez, quien puso el conocimiento del secretario de Interior del municipio la situación.
Ahora los dolientes esperan que la alcaldesa de Turbana Ana Lucía Julio tome cartas en el asunto, para que esta clase de actos reprochables no se sigan presentando en el campo santo, situación que está generando un inconformismo colectivo en esa municipalidad.
Fuente
Alerta Caribe
