Atienden caso de habitante de calle que afectaba la seguridad en zona turística de Cartagena

En una acción conjunta para garantizar la seguridad y el bienestar de los cartageneros y visitantes, la Secretaría de Desarrollo Social de Cartagena, en articulación con el Plan Titán 24, la Secretaría del Interior y la Policía Nacional, atendió un caso que afectaba la tranquilidad de la zona turística de Bocagrande. 

Un habitante de calle, identificado como Carlos William Crespo Díaz, originario del municipio de Maicao, había generado preocupación entre residentes y trabajadores del sector debido a comportamientos agresivos. La situación se agravó cuando agredió a un ayudante de carpero que intentó intervenir en una situación con un turista. 

Ante esta problemática, el equipo psicosocial del programa Habitante de Calle de la Secretaría de Desarrollo Social se desplazó hasta el lugar para atender la situación. Tras una evaluación integral, las autoridades determinaron la necesidad de brindar atención especializada en salud mental a Crespo Díaz, quien presenta un diagnóstico asociado a problemas psiquiátricos. 

Por lo que las autoridades lograron el traslado del ciudadano al Hospital Universitario del Caribe, donde recibirá la atención médica necesaria.  

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Sobre el hogar de paso 

En Cartagena, un refugio para los habitantes de calle se ha convertido en mucho más que un lugar donde pasar la noche. El hogar de paso Segundas Oportunidades, creado por la Secretaría de Participación y Desarrollo Social, ha sido el punto de partida para muchos que, después de años de luchar contra la pobreza, las adicciones y la exclusión social, ahora encuentran un espacio para rehacer sus vidas.

Este lugar, que lleva apenas cuatro meses de funcionamiento, ha sido el escenario de diferentes actividades para poder lograr el objetivo de las autoridades de recuperar a estas personas que han caído en adicciones o que enfrentan otros problemas. Las historias de vida que se entrelazan en Segundas Oportunidades son tan diversas como conmovedoras.

Erick Villalobos, uno de los residentes, relató cómo, tras completar su proceso de desintoxicación, se encontró sin rumbo, sin un lugar donde poder reconstruirse. Pero cuando llegó a este hogar de paso, encontró lo que tanto había buscado; un espacio para aprender, para sanar, y lo más importante, un lugar donde su vida pudiera volver a tener sentido.

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"Este lugar ha sido mi rescate. Aquí tengo un espacio para ser mejor, no solo por mí, sino también por mi hija", expresó con la mirada llena de gratitud.

Por su parte la secretaria de Participación y Desarrollo Social, Ana Milena Jiménez, recorriendo las instalaciones del refugio indicó que paso a paso, cada uno de ellos lucha por dejar atrás su pasado indicando que es un esp. "Este espacio es para ustedes, no solo para ofrecerles un techo, sino para que encuentren las herramientas que necesitan para reinventarse", dijo con voz emocionada.

Según las autoridades el hogar de paso no solo ofrece un techo, sino programas de formación, talleres de desarrollo personal y terapias que permiten a los residentes trabajar en su rehabilitación emocional y social.