¡Vergonzoso!: Desmanes entre hinchas del Junior en Barranquilla dejaron ocho heridos
Mucho que desear dejó el comportamiento de algunos hinchas de la tribuna sur baja anoche en el estadio Metropolitano Roberto Meléndez, durante el entretiempo de la final de ida entre el Junior de Barranquilla y el equipo Millonarios, por la Copa BetPlay, quienes se enfrentaron causando alteraciones del orden público.
Se desconoce a ciencia cierta el origen de la gresca; sin embargo, antes de dar inicio a la parte complementaria, varios aficionados saltaron a la pista atlética, mientras que diferentes videos y fotografías quedaron registrados a otros cuantos desadaptados desafiándose con puñales en mano.
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Por esta razón, el árbitro del partido, el bolivarense Carlos Ortega determinó la suspensión del reinicio partido hasta que fuesen evacuadas las personas que estaban invadiendo la cancha.
Un total de ocho personas resultaron lesionadas con arma blanca y fueron trasladados por los organismos de socorro a centros asistenciales, mientras que con una barrera de uniformados de la Policía Metropolitana lograron retornar a los hinchas a la tribuna.
Al respecto, el coronel Oscar Daza, comandante (e) de la Policía Metropolitana de Barranquilla señaló que fue necesaria la expulsión de varios hinchas del escenario deportivo.
"Se presentó un evento de intolerancia cuando unos hinchas del Junior se agredieron entre ellos mismos, pero gracias a la oportuna reacción de la Policía, se logró retener sin contratiempos. De esta actividad se expulsaron 18 personas y a seis más se les aplicó un comparendo por contravenciones al Código Nacional de Policía. Se atendió oportunamente, por los organismos de socorro y fueron llevadas a centros asistenciales", señaló el oficial.
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Entretanto, en el sector occidental alta, donde fue habilitado el espacio para la barra de Millonarios, también se presentaron algunas alteraciones del orden, cuando eran evacuados, 20 minutos antes de la culminación del partido. Miembros del Esmad, que los custodiaban, tuvieron que hacer uso de la fuerza con las tonfas para lograr que algunos renuentes, abandonaran las graderías.