"Pido perdón a mi hijo por quitarle lo que más quería, su mamá": asesino de joven incinerada en Barranquilla

"Nunca pensé llegar a este punto en mi vida y mucho menos, quitarle lo más sagrado que tenía mi hijo, que era su mamá. Perdón por mis actos, quiero estar en paz con mi hijo, mi familia. Sé que cometí un error muy grande y estoy dispuesto a pagarlo", estas fueron las palabras que ahogado en llanto pronunció Jairo Armando Cordero Barraza, el hombre señalado que arrebatarle la vida a Edixmar Del Valle Henríquez González, con quien en los últimos cinco años había compartido su vida y de cuya convivencia quedó un niño de 3 años.

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Fue un crudo relato fue el que realizó el fiscal Rodrigo Restrepo sobre cómo se dio el crimen de la joven venezolana que llevaron al Juzgado 13 Penal Municipal a imputarle a Jairo Armando el delito de homicidio agravado en audiencia virtuales realizadas en la mañana de este miércoles.

Hay que recorcar que entre Edixmar y Jairo se dio una relación que inició por Facebook en la que hubo constantes agresiones y maltratos, infidelidades por parte del hombre y un menor de edad que hoy quedó huérfano de padres, según sostuvieron los familiares de la víctima.

En su relato, el representante del ente investigador indicó que el pasado sabado 14 de mayo, sobre las 11 de la noche, Edixmar llegó del trabajo y tras discutir por las labores del hogar, Jairo Cordero la empujó contra la pared y luego aprisionó su cuello fuertemente hasta que la mujer se desvaneció y aunque trató de reanimarla, ya estaba sin vida.

Toda la noche pasó el cuerpo en la vivienda que compartían y sobre las 9 de la mañana salió a comprar una maleta cerca del mercado La Magola, también un galón de gasolina por el Paseo Bolívar, centro de Barranquilla. Ese mismo día, a las 11 de la noche, llamó a una estación de taxis y solicitó un servicio con baúl; sin embargo, no había de este tipo en el momento, así que tomó uno sencillo, con la maleta donde llevaba el cuerpo de la joven. La carrera desde Soledad al sector de la Y de los Chinos le costó $30.000.

En el viaje, dijo Cordero que el taxista le cuestionó por el mal olor que expedía la maleta y este le dijo que se trataba de unas herramientas para un trabajo que debía hacer y que ahí en esa zona donde lo dejaría, lo recogerían unos compañeros.