Llegó a sus 104 años el barrio El Prado, el más emblemático de Barranquilla

Un 12 de marzo del 1920 el estadounidense Karl C. Parrish, enamorado de Barranquilla, se soñó un barrio grande, inspirado en nuevas ciudades californianas, amplias avenidas y casas para el clima tropical. Su ubicación tan cerca del mar y del río y su clima hizo que adoptara a Barranquilla como su hogar soñado. 

Casas amplias, de techos altos y ventanales grandes de arquitectura estilo ecléctico y republicano caracterizan el primer barrio urbanísticamente planificado de Barranquilla. 

El Prado no solo es la impronta urbanística más determinante en la ciudad, sino que también marcó el exitoso punto de partida hacia la Barranquilla que tenemos hoy en día.

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Lo que antes eran casas patrimoniales olvidadas en El Prado, hoy son centros gastronómicos vivos .

Estos restaurantes, ubicados en estructuras patrimoniales del barrio El Prado, te transportan a una época diferente mientras saboreas exquisiteces contemporáneas. Las ‘casonas del Prado’, destacadas como auténticas joyas arquitectónicas, son testigos de la historia y evolución de la ciudad. Cada estructura, diseño y color cuenta una narrativa única, motivo por el cual los diseños y fachadas siguen siendo los originales. 

En estos rincones gastronómicos, la promesa es clara: respetar la arquitectura y diseño original, preservando el patrimonio, mientras te sumerges en la historia con cada bocado.

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