¡Indignante! niños en el mejor colegio público público del país deben comer en el piso
La institución educativa recibió reconocimiento por obtener el mayor puntaje en las Pruebas Saber 11 de los colegios oficiales del país, además obtuvo el mejor estudiante del país es egresado de allí. Los resultados en las pruebas del estado, año tras año son superados y el nivel educativo es de los más exigentes del país. Sin embargo los menores que deben permanecer por más de 10 horas dentro del plantel educativo no cuentan con las condiciones mínimas dignas para poder recibir sus clases y tampoco sus alimentos.
"Ayer estuve en una reunión de entrega de informes y vi cómo un grupo de niños estaban sentados en el suelo comiendo, en medio de un aguacero que caía en ese sector, el niño se apuraba para no mojarse. El lugar que habilitó la institución para que los niños coman queda retirado de los salones, deben salir corriendo literalmente para alcanzar a comer y en medio de esa travesía diaria a muchos se les cae la comida", señaló María Montalvo quien es madre de uno de los estudiantes.
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La cancha, que es el lugar que se va a tomar para que los niños almuercen, tiene un techo que se está cayendo”. Con estas palabras, la vocera del Consejo de padres de familia de la IE Alexander Von Humboldt de Barranquilla Elines Payares, presenta la preocupación de los acudientes por el mal estado del colegio.
Con respecto a esto último, el Observatorio de Educación de la Universidad del Norte identificó que el PGP de la IED Humboldt (359) fue mayor que el PGP de las instituciones oficiales a nivel nacional (245).
Para los padres de familia de los 763 estudiantes matriculados en este colegio, dichos logros toman mayor importancia si se tiene en cuenta la infraestructura que acoge a alumnos con alto nivel académico.
“La entrada del colegio está muy deteriorada, el comedor es muy pequeño para el número de estudiantes, la cocina está en muy mal estado, calderos viejos, oxidados, los salones fueron diseñados para 26 estudiantes y ahora quedó muy pequeño”, expresa Payares
La acudiente agrega que, antes de las clases en casa, el estudiantado debía consumir sus almuerzos en los salones, los pasillos o cualquier otro espacio diferente al pequeño comedor. Y que, con el retorno a la modalidad presencial, la situación se repetirá.
“El terreno fue una concesión que le regaló el colegio La Hacienda a la Humboldt. Es decir, ni siquiera el Distrito fue capaz de regalarnos un pedazo de tierra. La cancha es un lugar caluroso, es un lugar donde el techo se está cayendo, parece un colador”, sostiene la mujer.