Guerra entre Los Costeños y Los Pepes deja dos muertos y un herido en menos de 24 horas

En horas del mediodía de este miércoles, en el interior de un restaurante de razón social Brasas La Sanguileña, ubicado en el barrio El Recreo, fue atacado a disparos Eduardo Salinas Navarro, de 35 años.

Salinas Navarro se encontraba almorzando en el lugar, cuando ingresó un hombre que aparentemente era otro comensal;  sin embargo, una vez divisó a su víctima, se dirigió hasta él y le disparó en el rostro, no obstante, el hombre no murió, quedó conciente  y fue llevado hasta la clínica La Merced, ubicada a pocas cuadras del lugar del atentado.

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Eduardo Salinas se encontraba acompañado de un hermano y otra persona más quienes lo auxiliaron.

Sobre la víctima, quien sería comerciante, dice la Policía Metropolitana de Barranquilla que registra anotaciones judiciales por  estafa y receptación, mientras que su hermano y el otro acompañante son investigados por porte ilegal de armas, hurto, concierto para delinquir y porte ilegal de armas de uso privativo de las Fuerzas armadas.  Incluso, señalan las autoridades que el hermano de la víctima, según registros, hizo parte de la banda Los Panchirris, dedicada al homicidio en Barranquilla.

La Policía también señaló que Eduardo Salinas sería un presunto miembro de la banda Los Costeños, liderada por alias Castor.

Y en ese orden de ideas, recordemos que menos de 24 horas antes de este atentado criminal, otro sicariato se perpetró dentro de un supermercado al norte de Barranquilla, hecho que dejó dos muertos, uno de ellos César Alberto Molina Chávez, alias Checho, supuesto miembro de Los Pepes, liderada por Digno Palomino, y archienemigo de Castor.

El panorama que estos estos dos ataques continuos de lado y lado es claro: retornó la guerra entre las dos principales bandas criminales que tiene Barranquilla. Pero, ¿volvió o realmente nunca se fue?.

Vale la pena recordar que al inicio del mes de agosto, los abogados de Jorge Eliécer Díaz Collazos, alias Castor, enviaron una carta a la Oficina del Alto Comisionado de Paz en cabeza de Danilo Rueda, en la que reiteraba su compromiso “para conseguir la paz y construir una confianza colectiva”, por lo que anunciaba un cese al fuego en Barranquilla y su área metropolitana, zona de injerencia de ‘los Costeños’. En el documento también estaba impregnada la firma de Digno José Palomino Rodríguez, jefe de la banda ‘los Pepes’.

Durante esos días, los homicidios se vieron reducidos hasta en 90%, según informaciones de la Policía. La tregua peligró cuando Jorge Eliécer Díaz Agámez, padre de Cstor, fue asesinado en zona rural de Tubará, Atlántico, pero nada pasó.

Fueron pocos los crimines por esos días, ninguno asosciado a las bandas, aunque las amenazas y extorsiones no mermaron.

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Con una tensa calma culminó agosto y en los 30 días de septiembre, la cifra de muertos cerró casi en 60 casos en todo el departamento de Atlántico.

Y en los primeros 4 días de octubre, ambos bandos se dieron golpes criminales. Alias Checho, una baja para Los Pepes, y ahora Eduardo Salinas, de los Costeños, con una certera advertencia a bala que lo tiene en una clínica.

El acalde de Barranquilla, Jaime Pumarejo, fue claro. "Nunca hubo una tregua, los estamos combatiendo de frente".