El Banco (Magdalena)
Autoridades continúan monitoreando el afluente y piden a la comunidad que se preparen para una posible evacuación si la situación empeora.
En estado de alerta se encuentra el municipio de El Banco debido al preocupante incremento en los niveles del río Magdalena. A las 6:00 de la mañana de este jueves 28 de noviembre, el afluente registró 8,05 centímetros, 10 más que los datos que arrojó el día anterior, según informó la Inspección Fluvial, a cargo del ingeniero Rodrigo Vilardi Cañarete.
Con este nivel, el río Magdalena está a sólo 30 centímetros de alcanzar su cota máxima, que es de 8,30 metros, lo que representa un riesgo inminente de desbordamiento.
El aumento del caudal se debe a las intensas precipitaciones registradas en el interior del país, especialmente en las cuencas alta y media del río Magdalena. Las lluvias han generado un mayor volumen de agua que desciende hacia las zonas bajas, incrementando la presión sobre los municipios ribereños.
El fenómeno coincide con el impacto del cambio climático, que en los últimos años ha intensificado la frecuencia y magnitud de lluvias torrenciales en diferentes regiones del país.
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Ante esto, la Defensa Civil, junto con la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD), ha intensificado el monitoreo en puntos críticos del río. De acuerdo con el coronel en retiro Karlotz Omaña, director de este organismo de socorro en el departamento, se realizan inspecciones constantes para registrar las fluctuaciones del nivel del agua y tomar medidas rápidas en caso de emergencias.
“El monitoreo es fundamental en este momento. Estamos trabajando de la mano con las autoridades locales para establecer un plan de contingencia y garantizar la seguridad de las comunidades”, afirmó.
Comunidad en alerta
La comunidad de El Banco y otros municipios cercanos se encuentran en estado de alerta máxima. “Estamos preocupados porque cada vez que el río crece así, nos afecta mucho. Ya hemos perdido cosechas y tememos que esta vez el agua entre a nuestras casas”, señaló Carmen Martínez, una habitante de la zona.
Los líderes comunitarios también han solicitado mayor apoyo del gobierno nacional para fortalecer los jarillones que protegen las zonas ribereñas.
En caso de desbordamiento, se prevén afectaciones significativas, incluyendo inundaciones en cultivos, pérdidas de animales domésticos, daños en viviendas y vías de comunicación, y riesgos para la salud pública debido a la propagación de enfermedades.
Las autoridades hacen un llamado a los habitantes a mantenerse informados a través de medios oficiales y a no hacer caso de rumores que puedan generar pánico innecesario. El objetivo principal es actuar con calma y de manera coordinada para mitigar los riesgos.
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