
En un refrigerador encontraron partes del cuerpo de pescador en Puebloviejo
El municipio de Puebloviejo, Magdalena, está en consternación tras el hallazgo de dos cuerpos con impactos de bala dentro de una vivienda del sector de Casaloma, en inmediaciones de la Ciénaga Grande de Santa Marta. Las autoridades confirmaron que las víctimas eran pescadores de la región y que uno de ellos fue brutalmente decapitado y su cabeza abandonada en un refrigerador.
La Policía Metropolitana de Santa Marta, en coordinación con la Fiscalía, lidera las investigaciones de este doble homicidio. Uno de los fallecidos fue identificado como Wilmer Rafael Jinete Marín, de 55 años y oriundo de Soledad, Atlántico. Según el informe policial, Jinete Marín tenía antecedentes por acceso carnal violento en el año 2024 y estaba acusado de abusar de una menor con discapacidad en 2023. La otra víctima fue identificada como Darío Alfonso Ariza Palacios.
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La línea investigativa principal apunta a una venganza ejecutada por miembros de un grupo criminal con operación en la zona, presuntamente como represalia por el delito del que se le acusaba. Sin embargo, otra hipótesis sugiere que el doble homicidio podría estar relacionado con la pérdida de una droga perteneciente a una banda delincuencial que ejerce influencia en Puebloviejo y municipios vecinos.
Además, las autoridades no descartan que estos asesinatos estén ligados a la reciente captura de alias "Chocolate", un hecho que ha avivado la disputa entre facciones criminales que buscan el control territorial de la región.
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El temor se ha apoderado de los habitantes de Puebloviejo y sus alrededores, quienes denuncian que en los últimos meses se han registrado otros hallazgos de cuerpos en circunstancias similares. La población teme quedar en medio de una escalada de violencia entre bandas criminales y exigen a las autoridades medidas contundentes para frenar esta ola de homicidios.
Frente a estos acontecimientos, la Policía Metropolitana ha desplegado operativos de registro en los sectores de Casaloma y Nueva Frontera, zonas consideradas de alta peligrosidad en el oriente de Puebloviejo. La presencia de uniformados en la región busca restablecer el orden y ofrecer un parte de tranquilidad a la comunidad.