La tradición de la quema del Año Viejo: Un ritual con raíces con el Carnaval de Negros y Blancos
Entre sus tradiciones más destacadas de la navidad se encuentra la quema del Año Viejo, un ritual que simboliza el adiós a lo viejo y la bienvenida a lo nuevo, una tradición que por muchos años se acoge por los Colombianos.
Javier Rodrizales, Doctor en ciencias de la educación y experto en etnoliteratura, en entrevista con Radio Red de RCN Radio habló sobre el significado y origen de esta tradición. Según Rodrizales, la quema del Año Viejo tiene sus raíces vinculadas en el inicio del Carnaval de Negros y Blancos, en 1925, cuando el festival comenzó como un evento cultural estudiantil.
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En 1930, esta tradición se consolidó con la creación del primer desfile de los “Años Viejos”, donde se presentaban muñecos de trapo y acerrin, que se quemaban en la noche del 31 de diciembre.
“Se cuenta que en 1930, dicen los historiadores, la misma Academia de Nariñense e Historia, la Universidad de Nariño, en 1930, un señor de nombre Fernando Endarbáez Benavides, armero de profesión, guardó el muñeco de inocentes que se elaboraba con trapos y acerrin, con la intención de quemarlo a la medianoche del 31 de diciembre”, destacó.
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Este acto simbólico, que reúne a miles de personas cada 31 de diciembre, se ha convertido en una de las principales atracciones del Carnaval de Negros y Blancos. El desfile de los “Años Viejos” recorre las principales calles de la ciudad, destacando el trabajo artesanal de los escultores que crean figuras que representan burlas, parodias y sátiras de políticos y personajes públicos, tanto nacionales como locales.
El Carnaval de Negros y Blancos, reconocido por la UNESCO como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, es un reflejo de la identidad cultural y la creatividad del pueblo de Pasto.
En la actualidad, el desfile de los “Años Viejos” es una de las principales expresiones de esta tradición, que sigue viva en las generaciones actuales, transmitiendo valores de crítica social, humor y renovación.