El actor francés Jean-Paul Belmondo, uno de los grandes iconos del cine francés, falleció este lunes a los 88 años, tras llevar una larga temporada retirado de los escenarios, según anunció su abogado y amigo, Michel Godest, a la prensa francesa.
Belmondo, que había sufrido un accidente cerebrovascular en 2001, se apagó "tranquilamente", según dijo Godest, quien con voz emocionada comunicó la noticia en el canal televisivo BFMTV y señaló que su muerte era "una pérdida para toda Francia".
Belmondo, que saltó a la fama internacional con "Al final de la escapada", trabajó con varios de los grandes directores de la "nouvelle vague" francesa, como Jean-Luc Godard, François Truffaut, Louis Malle o Claude Chabrol en los años 60.
"La sirena del Mississippi", "Une femme est une femme" o "El ladrón de París" fueron algunos de sus filmes más destacados de esa época. Lejos del distante y solitario Delon, especializado en papeles sombríos y trágicos, al Belmondo solar no le molestaba para nada la etiqueta de comediante simpático y adorado por los franceses.
"Bebel" había sin embargo desaparecido de la pantalla tras sufrir en 2001 un accidente vascular cerebral que lo dejó muy disminuido.
Nacido el 9 de abril de 1933 en Neuilly-sur-Seine, un suburbio acomodado de París, Belmondo se crió en una familia de artistas. Su padre de origen italiano era un reconocido escultor. El hijo sueña con ser actor de teatro y se inscribe en el conservatorio.
Al igual que su cómplice y rival Alain Delon, fue uno de los monstruos sagrados del cine francés. Ambos triunfaron encarnando a gánsters y policías, pero tenían perfiles antagónicos en la mayoría de cintas.