Manuela Gómez reveló la razón por la que ya no es amiga de Yina Calderón

Manuela Gómez y Yina Calderón fueron protagonistas de una serie de noticias en redes sociales debido a discusiones que tuvieron, rivalidades que terminaron en golpes y una amistad que se cosechó después de hablar en distintos espacios. Cada una puso de su parte y lograron entablar una buena relación.

Sin embargo, meses atrás, las dos ex Protagonistas de Nuestra Tele llamaron la atención de los usuarios de redes sociales luego de que se distanciaran y no volvieran a interactuar juntas en sus contenidos. Ninguna se quiso pronunciar al respecto, y decidieron mantenerlo en secreto.

No obstante, recientemente, Manuela decidió hablar sobre la relación que tiene actualmente con Calderón y confirmar que ya no son amigas. En una serie de historias, tras recibir ataques y críticas de algunas personas que la acusaban de ser la culpable de este distanciamiento, la paisa rompió el silencio y reveló la razón real de esta situación.

Manuela Gómez utilizó su cuenta oficial de Instagram para referirse al tema y relatar cómo ocurrió todo. La colombiana afirmó que esta ruptura en la amistad fue a causa de un negocio que hicieron ambas y que Yina decidió no cumplirle.

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La empresaria inició estas declaraciones hablando del trato al que llegó con su excolega, antes de que se sometiera a la fuerte cirugía en sus glúteos por los daños causados en esta zona. Gómez indicó que Calderón le prometió que si ella le daba 20 Barbies que le faltaban de su colección, ella la ayudaría en redes sociales, garantizándole cien mil seguidores nuevos para su empresa.

“Ella me propuso un negocio, que le diera 20 Barbies a cambio de cien mil seguidores. El problema no era el negocio de las Barbies, sino conseguir las que ella no tenía en su colección”, relató Manuela, enfatizando en que varios de estos objetos llegaban a costar entre $200.000 y $500.000.

La paisa señaló que se puso a la tarea de conseguir estos juguetes para cumplirle su palabra a Yina Calderón, por lo que al inicio solo pudo adquirir 13 muñecas y esperar para comprar el resto en Estados Unidos. En una historia, de aquel momento, de la creadora de las ‘Putifiestas’ se pudo ver que Gómez llegó a su casa a entregarle los objetos de este acuerdo.

Al viajar al exterior por sus problemas de adicción, la colombiana logró conseguir otras seis Barbies para completar el trato y solo dedicarse a buscar la última en Colombia. Al pagar en dólares, las compras superaron una cierta cantidad; además de costear los envíos de cada juguete.

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Una vez llegó al país, Manuela se puso en contacto con Calderón para entregarle las muñecas, pero para su sorpresa todo había cambiado. La empresaria de fajas decidió echarse para atrás con el trato e incumplir el negocio al que había llegado con la exprotagonista.

La creadora de productos de belleza reveló que confió en Yina y le entregó las trece muñecas que sumaban un valor de entre cuatro y cinco millones de pesos. Las seis restantes que tiene en su poder Manuela, son bastante grandes porque vienen con autos, aviones y elementos adicionales para las Barbies.

“Cuando yo intenté hablarle a ella para mandarle las Barbies para cumplir con mi negocio y mi palabra, ella ya no me quiso hacer la publicidad, ya no quiso dar los cien mil seguidores del trato de palabra”, reveló Gómez para aclarar cómo sucedió todo.

Manuela puntualizó en que Yina Calderón no quiso devolverle las muñecas y tampoco aceptarle las seis faltantes que tenía en su casa. Por tal motivo, ella le solicitó a la DJ de guaracha que le devolviera el dinero, que ya sumaba casi ocho millones y medio.

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“Hasta el día de hoy le mandé el número de mi cuenta, me dijo que iba a hacer las cuentas para devolverme la plata y sigo esperando. He esperado muchos meses, hace un montón de tiempo. Ella me dejó clarísimo que no me iba a dar los cien mil seguidores”, agregó

Entre este cruce de mensajes, Gómez le dijo a la empresaria de fajas que le pagara el dinero que ella considerara que había costado todo esto, pero calderón al contrario le pidió las facturas de las compras realizadas. Al no tener este papel, la paisa le mostró los extractos bancarios para que verificara que había pagado con la tarjeta de crédito estos objetos.