Los ciudadanos se confiaron y salieron masivamente a las calles, porque tenían cero casos hasta la semana pasada.
Los cinco primeros casos de Coronavirus en el municipio obligaron al mandatario local a tomar la decisión de impedir la entrada a la población.
En el decreto municipal se ordena un confinamiento general, cierre de establecimientos comerciales, y restricciones en las entradas y salidas del municipio, a demás de la implementación del pico y cédula, que sin excepción todos los ‘copeyanos’ deben acatar.
Según la administración solo estará permitido hacer algunas diligencias bancarias y compra de víveres. El tránsito de camiones repartidores de alimentos, la fuerza pública, y empleados de varias Compañías palmicultoras tienen garantizado el permiso, por el beneficio que representan para la comunidad.
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“Todo el mundo debe permanecer en su casa, hemos decretado toque de queda, ley seca para la cabecera y los tres corregimientos, nadie podrá hacer actividad física, hemos endurecido las medidas por el bien de nuestra gente” afirmó Francisco Meza, alcalde del Copey.
Para el mandatario el mal comportamiento de los pobladores en relación a las medidas de protección, es el resultado de los primeros contagios. A pesar que el municipio se mantuvo dos meses con cero casos, la falta de conciencia de muchos ciudadanos le abrió las puertas al temido virus.
Lo que más preocupa a las autoridades es que en el municipio no hay un hospital equipado para hacerle frente a la pandemia, a pesar de la entrega del nuevo Hospital San Roque en 2018, este centro médico no tiene la capacidad para enfrontar un evento masivo por la propagación del virus.
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“Tenemos una excelente infraestructura, pero las administraciones anteriores no dotaron al hospital de los elementos necesarios, el equipo médico es insuficiente” Agrego el alcalde Francisco Meza
Por último el mandatario instó a los dirigentes municipales en Cesar que endurezcan las medidas, toda vez que ya son más de 100 los casos en todo el departamento.
