La realidad del equipo londinense antes de que Roman Abramóvich asumiera el mando directivo es opuesta a la actualidad.
Corría el año 2003 cuando la inversión extranjera llego a los 'blues'. Abramóvich, petrolero ruso y destacado empresario internacional compró el club por 140 millones de libres.
Para ese momento el Chelsea contaba con apenas un titulo de premier league y otras consagraciones en las competencias locales. Sus actuaciones en el plano internacional pasaban desapercibidas.
El equipo de Stanford Bridge era popular por su hinchada. Sin embargo, sus títulos no le alcanzaban para competir con la grandeza de equipos como Liverpool o Manchester United.
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El dirigente soviético potenció la inversión económica, el trabajo en las divisiones inferiores y buscó generar fidelidad en los jugadores; para que aquellos con actuaciones destacadas como el caso de Lampard o Terry no se marcharan del club.
Otro de los puntos claves para el cambio definitivo en el equipo 'azul' fue la llegada de José Mourinho como entrenador del primer equipo. El portugués venía de ganar el titulo de la Champions League con el Porto.
El impacto del estratega luso fue casi inmediato, la escuadra de Londres empezó a cosechar títulos en su segundo año al mando. Además el conjunto de Mourinho y Abramóvich empezó a tener actuaciones destacadas en Europa.
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Actualmente el Chelsea es un equipo grande a nivel internacional. Actual campeón de la Champions y el Mundial de Clubes. La marcha del magnate ruso pone en duda la continuidad del proyecto. Por ahora, la afición de los 'blues' aguarda para saber quien se quedará con la propiedad del club.