Violencia en Cartagena: Balance de primera semana de abril en materia de sicariato en la Ciudad

Durante la primera semana de abril, Cartagena ha sido testigo de una serie de violentos episodios que han conmocionado a la comunidad y resaltan la persistente problemática de la criminalidad en la ciudad. La situación ha generado preocupación entre las autoridades locales y la población en general.

El lunes 1 de abril, Arlong de Jesús Pimienta Ospina se convirtió en la primera víctima mortal del mes, cuando fue asesinado por sicarios en el barrio San José de Los Campanos. Según informes, fue atacado a quemarropa por individuos que se desplazaban en moto.

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Un segundo incidente ocurrió el mismo día en el barrio Henequén, donde 'el Mono', un hombre venezolano conocido en la comunidad, fue acribillado en su propia casa mientras descansaba en una hamaca.

El jueves 4 de abril, Gustavo Adolfo Figueroa Sánchez perdió la vida en su residencia en el Barrio San José de los Campanos, víctima de un ataque a sangre fría perpetrado por un desconocido que ingresó a la casa de la victima y huyó en moto tras el crimen.

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El sábado 6 de abril, Ricardo De Ávila Carrasco fue asesinado en un taller de motos en el barrio Daniel Lemaitre, siendo interceptado y baleado por dos hombres en moto.

El domingo 7 de abril, un hombre resultó gravemente herido en el Barrio El Reposo, en la calle “Donde Acela”, después de ser atacado con arma de fuego en circunstancias que están siendo investigadas.

Además, en la noche del sábado 6 de abril, Rubén Barón Hoyos, de 55 años de edad, fue víctima de disparos con arma de fuego en el corregimiento de La Boquilla, donde perdió la vida en el lugar de los hechos.

Estos trágicos sucesos reflejan la gravedad de la situación de seguridad en Cartagena durante este mes. Según estadísticas policiales, en lo que va del año se han realizado 1494 capturas, destacando 46 por homicidio, 206 por porte ilegal de armas de fuego y 531 por tráfico de estupefacientes.

Las autoridades locales han intensificado sus esfuerzos para combatir la delincuencia en la ciudad, con operativos de captura y acciones preventivas. Sin embargo, la comunidad sigue clamando por mayor seguridad y medidas eficaces para poner fin a esta ola de violencia que ha cobrado vidas y generado temor entre los habitantes de Cartagena.