No se deje engañar con nueva modalidad de extorsión a través del llamado "falso secuestro"
Teniendo en cuenta la coyuntura por la que atraviesa el mundo por causa del COVID-19, los actores criminales han ido mutando su manera de delinquir, generado nuevas formas de extorsionar.
Nuestro país no ha sido ajeno a esta difícil situación, y la demanda de servicios disminuye cada día, lo que hace que cualquier oferta se convierta en una opción para mejorar las finanzas personales o estabilizar activos en las empresas, pero lo que no sabe la mayoría de la gente, es que también puede ser un factor de oportunidad en que la delincuencia emplea estrategias para engañar a la sociedad, entre las que están una nueva modalidad detectada por investigadores del Gaula de la Policía, denominada: “el falso secuestro”.
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Es importante manifestar que este escenario es simulado, es decir, en ningún momento se pone en riesgo la integridad física de las personas, ya que los delincuentes utilizan simplemente un teléfono celular, y toda su capacidad de engaño, para recrear historias que en muchas ocasiones, terminan con el pago de una suma de dinero considerable.
La mejor manera de explicar esta modalidad y así no se caiga en el engaño es a través de este ejemplo: a una empresa (de transporte, contratista, firma de ingenieros…etc.), se le solicita a través de vía celular, un servicio, de acuerdo a la actividad a la que se dedique.
Una vez la empresa toma el servicio, es asignado el funcionario que va a cumplir dicha actividad, la cual es siempre en zona rural de difícil acceso. Durante el recorrido, este recibe una llamada del supuesto contratista para guiar la ubicación del destino final, que generalmente es una vía secundaria en mal estado.
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Posteriormente la víctima es llamada a través de un número desconocido, donde se identifican como Jefes de un Grupo Armado Organizado (ELN o Clan del Golfo), manifestándole que lo tienen ubicado, a lo que para tener mayor credibilidad, le describen el sector en el cual se encuentra, así como la descripción del vehículo, marca, color y número de placa (este ya ha sido suministrado por parte de la empresa al supuesto cliente).
Acto seguido, le ordenan detener el vehículo y no comunicarse con las autoridades o de lo contrario le dispararán, debiendo esperar la próxima llamada. Allí los victimarios han logrado su primer objetivo, haciendo creer al afectado que un grupo armado se encuentra en el sitio y peligra su vida.
Acto seguido, los delincuentes aprovechan el tiempo en que el empleado se encuentra atemorizado y sin comunicación, para tomar contacto con la familia, o en dado caso, con el supervisor o gerente de la empresa con la cual coordinaron el servicio, a quienes aseguran tener en su poder a la víctima y el vehículo, razón por la cual exigen una importante suma de dinero a cambio de no asesinarlo e incinerar el automotor.
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Es así como de manera inmediata, la empresa donde labora la víctima o sus familiares, intentan comunicarse con el supuesto secuestrado, pero este no contesta, teniendo en cuenta que los delincuentes lo han obligado a apagar su celular. Esto motiva a la reacción angustiosa de desembolsar el dinero solicitado, el cual es consignado a través de empresas de giros postales.
El GAULA de la Policía Nacional, quiere dar a conocer esta modalidad, con el fin de que los ciudadanos y empresas no abran la oportunidad a estos delincuentes, invitando a denunciar a la línea 165, donde se guardará reserva total. No hay que olvidar que el que paga una vez, paga toda la vida. Por eso lo invitamos a seguir nuestra campaña: “Yo no pago, yo denuncio”.