A la estación de Policía del municipio de Regidor, llegó un llamado desesperado de auxilio. Roquelina, una madre angustiada, alertó a las autoridades sobre la situación crítica de su hija y dos nietos en la vereda Los Caimanes, ubicada a hora y media del centro urbano.
La mujer, proveniente de una lejana vereda del departamento del Cesar, había recorrido toda la noche para pedir ayuda. Según su relato, su hija y sus nietos estaban siendo mantenidos contra su voluntad por un hombre violento y amenazador desde hacía meses.
Ante esta emergencia, cinco policías de la Estación de Regidor decidieron actuar sin vacilar. A pesar de las adversidades del camino, que incluían una vía deteriorada por la lluvia reciente y la presencia de grupos armados en la zona, los agentes se dirigieron hacia Los Caimanes con el firme propósito de rescatar a los afectados.
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Al llegar a destino, se encontraron con la hija de Roquelina, maltratada físicamente y visiblemente afectada emocionalmente, junto a sus dos pequeños hijos. Con la rápida intervención y apoyo de los agentes, la familia pudo ser liberada del abuso y el temor que habían sufrido.
Aunque el agresor logró escapar antes de la llegada de las autoridades, los cinco policías no solo evitaron una tragedia inminente, sino que también restauraron la tranquilidad en la comunidad de Los Caimanes.
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La comunidad local agradeció a los policías, reconociendo su labor y compromiso para proteger la vida y la dignidad humana, incluso a costa de sus propia seguridad