En una escena que ha conmocionado a María la Baja, Bolívar, las autoridades llevaron a cabo un dramático rescate que puso fin a la pesadilla de Fredy Álvarez, de 42 años, quien pasó dos décadas encadenado a una cama de cemento en una sombría habitación, bajo la orden de su propio padre.
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Según relatos de testigos, Álvarez vivió en reclusión absoluta, sin salir de su confinamiento ni relacionarse con nadie durante todo ese tiempo. Maribel Pacheco, secretaria de Salud del municipio, describió la desoladora situación, indicando que el hombre fue confinado tras su presunta implicación en un maleficio.
La habitación donde Álvarez estuvo recluido durante años era un espacio reducido, con un hoyo para sus necesidades básicas y rodeado por alambre de púas. Su padre, Santander Álvarez, era responsable de su cuidado y alimentación.
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La situación de Álvarez salió a la luz cuando un primo compartió en redes sociales fotografías del desolador panorama, lo que provocó una rápida intervención de las autoridades locales.
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Los padres de la víctima admitieron ante funcionarios de la Secretaría de Salud que su hijo había sido encerrado debido a un comportamiento violento, atribuido a un supuesto maleficio. "Nos dijeron que él tenía un maleficio que lo ponía agresivo... entonces lo encerraron por temor a que cometiera algo y ellos no tenían cómo responder", informó Pacheco.
La familia Álvarez, incluidos los hermanos de Fredy que vivían cerca, se convirtieron en testigos silenciosos de esta tragedia. Los detalles son estremecedores: la habitación carecía de luz natural, sumando aún más horror a la situación.