Silvestre Dangond no fue capaz de cantar, en sepelio de su padrino, Jorge Oñate
La Biblioteca Departamental Rafael Carrillo Lúquez, de Valledupar, fue el sitio escogido por las autoridades para celebrar el homenaje a Jorge Oñate, acto emotivo en el que el dolor, las lágrimas y la nostalgia se confundieron entre los asistentes al evento.
La solemne ceremonia, contó con la participación de algunos artistas y representantes del folclor vallenato, como Peter Manjarrés, el maestro Gustavo Gutiérrez, miembros del grupo kavrass y otros exponentes de la música del Cesar.
El recinto estalló en emoción al escuchar en los alto parlantes, algunas de las notas magistrales del cantante nacido en La Paz, en la voz de los artistas.
Lea aquí: Valledupar homenajea al 'Ruiseñor del Cesar'
No obstante, desde el momento en que se conoció la noticia del fallecimiento del 'Jilguero de América', al adelantar los preparativos del sepelio, la atención se concentró en el cantante Silvestre Dangond, el ahijado del Ruiseñor del Cesar.
Dangond, quien estuvo muy atento a todo el proceso clínico de su mentor musical, desde el mismo momento en que fue internado en una clínica en Valledupar hasta su traslado a Medellín, hizo presencia en el homenaje, no obstante, tras el arribo de los despojos mortales, le fue imposible cantar; el profundo dolor que le embargaba, le impidió emitir alguna entonación, las lágrimas se apoderaron por completo del artista.
Lea además: Valledupar llora a su ídolo Jorge Oñate
El cantante nacido en Urumita, Cesar, tras el arribo del ataúd, se fundió en un interminable abrazo con los familiares de Oñate; lo que le impidió cantar . El artista posteriormente ocupó una de las primeras sillas del auditorio, para seguir en medio de su dolor, los actos centrales del sepelio.
La Biblioteca Depatamental se transformó en un sitio de romería pública, ante la presencia de centenas de seguidores, cantantes aficionados, particulares y amigos del artista, quienes permanecen a la espera de la salida del feretro de Jorge Oñate, rumbo al cementerio de La Paz, su última morada.
Por lo pronto las manifestaciones de pesar siguen en Valledupar; la partida de uno de los últimos grandes exponentes del vallenato romántico, se sentirá por mucho tiempo en la capital del Cesar.