Médica atlanticense, entre los vacunados contra la covid-19 en EE.UU.
El pasado 14 de diciembre, Martha Liliana Castro Pizarro, una médica atlanticense, hizo parte de las primeras 500 personas que recibieron la primera dosis de la vacuna contra la covid-19 desarrollada por Pfizer en Estados Unidos.
La joven, de 30 años, fue una de las personas priorizadas por su labor en salud para ser vacunadas contra el virus que ha dejado cerca de dos millones de muertos y más de 74 millones contagiados a nivel mundial.
La noticia de la llegada de la vacuna era una de las más esperadas, y cuando le dijeron que sería una de las primeras, tuvo sentimientos encontrados.
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"En los últimos nueve meses ha sido difícil convivir con la pandemia, cuando me dijeron que iba a ser vacunada sentí emoción, pero a la vez estaba nerviosa. Luego vi a varios colegas que estaban listos para vacunarse y me sentí mucho mejor. Hace algunos meses la situación en Nueva York era bien fuerte, los casos estaban desbordados", contó Castro a RCN Radio.
La médica atlanticense recuerda que semanas antes de vacunarse, se documentó con todo lo relacionado con la nueva vacuna de Pfizer; sin embargo, el temor nunca dejó de sentirlo, pero una vez vacunada confía en la posibilidad de quedar inmunizada.
"Estuve leyendo en las últimas semanas, me documenté, pero vimos que era segura que tenía el 95% de efectividad y decidí vacunarme", dijo.
Agregó además que "primero fueron los que trabajan en los hospitales en las salas de emergencia, y los de Cuidados Intensivos, como siempre estamos en contacto con los contagiados".
Sobre los efectos secundarios de la vacuna de Pfizer, Castro asegura que hasta el momento no ha presentado.
"Solamente tuve dolor en el brazo izquierdo donde me pusieron la vacuna, ayer sentí el mismo dolor, y hoy (jueves) no siento nada. Los efectos secundarios son igual a cualquier vacuna, que la gente se siente cansada, dolores en el cuerpo, pero por ahora no he sentido eso, y me siento bien", relató la doctora Castro.
Por ser pocas vacunas, el personal de la salud que no quiera aplicársela puede desistir de hacerlo, aseguró la médica, quien indicó además que todos sus compañeros han dicho que sí.
"Todos los que no quieren pueden decidir no hacerlo, pero eso es por ahora porque hay un número de vacunas limitadas. Sinceramente, yo prefiero tener dolores en el cuerpo, en el brazo, como efecto secundario y no los síntomas del covid", manifestó.
En los próximos 21 días deben volver a aplicarse la segunda dosis para completar el esquema de la vacuna.
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"Aunque esté vacunada no hay que bajar la guardia. Después de la segunda dosis el riesgo va a existir pero es muy bajo. Yo, así este vacunada, voy a cuidarme para no transmitir el virus, y como uno trabaja con personas contagiadas podría infectar a mi familia", contó la atlanticense.
Finalmente, la médica hizo una llamado a la ciudadanía para que no pierdan las esperanza y confíen en Dios y en la ciencia con el tratamiento contra el covid-19.
"Es normal sentirse nervioso porque el virus es nuevo, la vacuna es nueva. Pero les digo que hablen con sus doctores si es conveniente o no ponerse la vacuna, porque hay personas con diferentes riesgos. Hay que creer en Dios, en la ciencia para salir de todo esto y podamos tener la normalidad de antes", indicó.